22.7.14

Cospedal consuma su pucherazo electoral en Castilla: tendrá mayoría absoluta el PP aunque sólo consigal el 35% de los votos

"Es la segunda reforma electoral que aprueba De Cospedal en menos de dos años y las dos se han hecho para favorecer las perspectivas electorales del PP, ahora que las encuestas van mal. 

Primero aumentó los diputados autonómicos de 49 a 53, dando más escaños a las provincias donde el PP consigue más votos. Y ahora, como ni siquiera así tenía garantizado ganar, ha reducido los escaños hasta solo 33.

  Reparto de escaños en Castilla-La Mancha, según las dos leyes electorales que ha aprobado De Cospedal. Los datos de esta simulación toman como base el resultado de las europeas.

Que el nuevo diseño favorece claramente al PP no es una opinión: es un dato sencillo de demostrar. Hemos hecho una simulación con los resultados de las elecciones europeas (GRÄFICO), calculando cómo quedarían las Cortes de Castilla-La Mancua dependiendo de qué ley electoral se aplique. Con la reforma que aprobó la propia De Cospedal en 2012, el PP perdería la mayoría absoluta. Con su segunda reforma, la mantendría con comodidad.

La nueva ley electoral es tan radical que ha sido necesario modificar el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha y pasar ese cambio por el Congreso de los Diputados. Por supuesto, se ha aprobado sin el más mínimo consenso, sin pactar nada con nadie: ni con el PSOE ni con IU ni con UPyD. Es la primera vez que se aborda sin consenso la reforma de un estatuo de autonomía, solo con los votos del PP.

El pucherazo es tan brutal que se podría dar el absurdo de que el PP sea la segunda fuerza en número de votos, pero consiga una mayoría absoluta en escaños incluso si logra apenas el 35% de las papeletas. 

Absolutamente toda la oposición sale trasquilada con una reforma que eleva el porcentaje de votos necesarios para obtener un escaño hasta unos límites antidemocráticos, que buscan dejar fuera a los partidos pequeños ahora que el voto de izquierda está dividido. Dependiendo de cada provincia, hará falta un mínimo de entre el 14% y el 18% para poder conseguir representación parlamentaria. Con una ley electoral así, el PP no tendría un solo escaño ni en el parlamento vasco ni en el catalán.

Por si todo esto fuera poco, el PP se guarda otro as en la manga, no vaya a ser que ni siquiera así logren ganar. Hasta tres meses antes de las elecciones, no se sabrá exactamente cuántos escaños tiene cada provincia.

 De ese modo, Cospedal puede apretar aún más las tuercas si las cosas van mal, decidiendo de forma arbitraria –basta con un decreto ley– qué provincias tienen número par o impar de diputados.

 ¿La trampa? Que podrá dejar con un número impar solo aquellas provincias donde tengan la certeza de que van a ganar, aunque sea por un voto (Guadalajara es la candidata ideal). Como el número de escaños será tan bajo, hará falta una enorme ventaja, superior al 20% de los votos, para conseguir romper el empate en diputados en una provincia “par”.

El modelo completo es un traje a medida para el Partido Popular y la excusa para aplicarlo no puede ser más falaz. Dice María Dolores de Cospedal que lo hace en aras de la austeridad. Pero, ¿qué clase de “ahorro” supone reducir el número de unos diputados que ya no cobran sueldo? Solo uno: un recorte en democracia. Un hachazo a las urnas imposible de aceptar. (...)"             (Cospedal consuma su pucherazo electoral, de Ignacio Escolar en Escolar.net de eldiario.es, en Caffe Reggio, 22/07/2014)

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