"(...) Gaza
es un menguado territorio de poco más de 350 quilómetros cuadrados que
vive bajo el acoso sistemático de la potencia militar de la zona. Cada
tanto, sobre su millón y medio de habitantes caen las bombas, según una
repetida lógica de larga data, ante la indiferencia de las potencias
occidentales, que por menos de eso ya estarían preparando una
“intervención militar humanitaria” para frenar al agresor. (...)
Si
de Gaza se trata, los ataques aéreos contra ese territorio palestino
tienen una larga historia, con su secuela de miles de muertos, entre
ellos cientos de niños, que representan entre el 25 y el 30 por ciento
de las víctimas.
El periodista y analista británico Robert Fisk, especialista en los
conflictos de Oriente Medio, reproduce en una columna que publicó esta
semana en el diario The Independent de Londres un diálogo a propósito de
los bombardeos de 2008 que mataron a más de 1.400 palestinos: “‘¿Y si
Dublín fuera atacada con cohetes?’, preguntó entonces el embajador
israelí.
Pero en la década de 1970 la ciudad británica de Crossmaglen,
en Irlanda del Norte, fue atacada con cohetes por la república de
Irlanda, y sin embargo la Real Fuerza Aérea no bombardeó Dublín en
venganza ni mató mujeres y niños irlandeses”.
El periodista israelí Gideon Levy insiste en que para Israel no se trata
de combatir el terrorismo sino de matar árabes: “Desde la primera
guerra del Líbano, hace más de 30 años, matar a los árabes se convirtió
en el principal medio de la estrategia israelí. El ejército israelí ya
no pelea contra otros ejércitos, el objetivo principal es la población
civil” (Haaretz, domingo 13).
Prueba de ello es la utilización de armas
prohibidas en los bombardeos. “Doctores y personal médico han encontrado
en los cuerpos de fallecidos o heridos restos de armas de destrucción
masiva ilegales para el derecho internacional”, aseguran médicos desde
el hospital Shifa, de Gaza. El cardiólogo noruego Erik Fosse, que lleva
años trabajando en la Franja, dijo a la prensa que Israel estaría
empleando armas que provocan cáncer.
“Los médicos apuntan que podría
tratarse de los denominados explosivos de metal inerte denso (dime, por
su sigla en inglés), un arma de tipo experimental cuyo radio de acción
es relativamente pequeño, pero cuya explosión resulta extremadamente
potente” (Russia Today, lunes 13).
En contra de lo que asegura la propaganda israelí, los bombardeos no son
una respuesta a los ataques de Hamas sino un cálculo político para
bloquear cambios en la región, una obsesión del establishment de ese
país: impedir la reconciliación entre Hamas y Fatah y evitar la toma de
distancia de la Unión Europea respecto de Estados Unidos.
Para cumplir
sus objetivos políticos, los dirigentes israelíes no dudan en perpetrar
masacres cada vez que lo consideran oportuno. Al hacerlo revelan un
estilo “claramente fascista”, apunta el israelí Uri Avnery. Avnery es
una de las personalidades israelíes más destacadas. A sus 90 años no
pronuncia la palabra “fascista” a la ligera, menos aun tratándose de un
judío. Repasando una realidad que le duele, llega al fondo del problema:
al revés de lo que debería ser, su país es “un ejército dotado de
Estado”, dice."
(Raúl Zibechi, Alainet, en Jaque al neoliberalismo, 19/07/2014)
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