"El bebé de Louela Aparece Bautista, una mujer filipina
con residencia legal en España, tenía poco más de un mes cuando pasó por
quirófano de urgencia, en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, el
pasado marzo.
El intestino del pequeño Philip John corría peligro
debido a una hernia, con riesgo de perforación. Antes de que atendiesen
al bebé, la familia tuvo que firmar un compromiso de pago en el
hospital, una demanda ilegal en la atención en urgencias. Además, el
caso cuenta con un agravante: los menores de 18 años tienen reconocida
por ley la asistencia normalizada por el servicio de salud pública.
"Nos dijeron que como el bebé no tenía tarjeta sanitaria, teníamos que
pagar la atención", cuenta Louela Aparece Bautista en una conversación
telefónica. Para obtener la tarjeta sanitaria han tenido que esperar
hasta conseguir el pasaporte del pequeño, que ha tardado varios meses en
tramitarse.
Durante ese tiempo, Philip John no ha tenido pediatra asignado
de referencia. El médico que lo ha atendido durante este tiempo, en un
centro de salud céntrico de Barcelona, lo ha hecho de manera informal.
Según cuenta la madre, en el Hospital Sant Joan de Déu les dijeron que,
una vez con la tarjeta, podían intentar revocar la deuda. Es el próximo
paso que dará la familia, al igual que con otro compromiso de pago que
se vieron obligados a firmar en el Hospital del Mar. Cuando Philip John
cumplió dos días de vida, su piel tomó un color amarillo que alertó a
sus padres. Acudieron a urgencias y el coste de esa atención asciende a
"50,83 euros", lee la madre en el recibo.
"Lo peor es
que se está vinculando el derecho a la atencion a menores y el
derecho a la atención urgente a tener la tarjeta sanitaria", denuncia
Iko, activista de la Pasucat,
una plataforma catalana en defensa de la sanidad universal.
La atención
urgente y la suministrada a menores de edad y a embarazadas son las
tres excepciones que incluyó el real decreto 16/2012, que dejó sin tarjeta sanitaria a
más de 800.000 personas, entre las que abundan los inmigrantes sin
permiso de residencia. Para los niños, la norma recoge lo siguiente: "En
todo caso, los extranjeros menores de dieciocho años recibirán
asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles".
Por su parte, "el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) se ha
comprometido a aclarar las instrucciones dirigidas a sus centros
sanitarios", indica Iko, satisfecho con las consecuencias de la presión
del colectivo.
Tras una reunión con la Pasucat, los responsables de
Sanidad redactaron una circular que ha podido ver eldiario.es, que
recuerda las tres excepciones y exige la asistencia a estos grupos
aunque no tengan tarjeta sanitaria.
No obstante, una mención del texto a
"la situación de vulnerabilidad" de niños y embarazadas inquieta a la
plataforma, desde donde creen que puede contribuir a alargar la
confusión.
En respuesta a este medio sobre las
irregulridades, fuentes del CatSalut se limitan a afirmar que la
cobertura pública a "los menores inmigrantes está garantizada y, por lo
tanto, no hay un protocolo específico de atención". Sin embargo, más
casos alertan de que esta información no está tan clara en la atención
directa a los pacientes.
También en Barcelona, Sara
Swamson, de nacionalidad sueca, vive en España desde hace 12 años y
dirige un negocio junto a su pareja, Soledad, en la ciudad catalana. Su
hijo Love nació el 27 de enero y a día de hoy sigue sin tarjeta
sanitaria y sin pediatra asignado.
"Nos pedían el pasaporte y no lo
hemos conseguido hasta pasados seis meses", cuenta a este diario. El 27
de julio, las madres llevaron a Love a las urgencias del Hospital del
Mar, con más de 39 grados de fiebre, donde se repitió la advertencia de
facturación. "Nos dijeron que nos enviarán la factura a casa", continúa
Sara.
Aun sin tarjeta sanitaria, estos tres supuestos deberán recibir una
asistencia gratuita, algo que "no se cumple en muchos casos", denuncia
Iko. En la Pasucat han registrado toda clase de irregularidades, a
través de un buzón de incidencias: desde la falta de asignación de un médico por no tener cierta documentación hasta la facturación en urgencias. (...)
Pero la desatención no es exclusiva de Cataluña. En
Madrid, la asocicación Yo Sí, Sanidad Universal es una de las encargadas
de recopilar los casos de exclusión. Así, el pasado abril una pareja de
nacionalidad boliviana en situación irregular llevó a su hija con 19
días de vida a las urgencias del Hospital Doce de Octubre.
La doctora
que atendió al bebé relata a eldiario.es que "llegó con un 25% de
deshidratación y desnutrición. La leche de la madre no era suficiente
para la niña". La pequeña ingresó en la UCI del centro. "Los padres
fueron a pedir cita para la revisión de los 7 días, en el centro de
salud de Paseo Imperial, pero no la atendieron por no tener tarjeta
sanitaria", prosigue.
Fuentes de la Consejería de
Sanidad afirman que "están revisando el caso" y que están trabajando
"para aclarar las posibles dudas que pueda plantear el real decreto
16/2012". En cualquier caso, la portavoz apunta que "el protocolo de la
Comunidad de Madrid es atender a todos los menores de 18 años como si tuviesen tarjeta".
La médica que asistió a la niña recuerda el riesgo de la desatención en
estas edades: "En el estado en el que ingresó la bebé puede haber
secuelas en el aprendizaje, en el lenguaje y en las destrezas manuales
finas, por ejemplo", explica. Sara Swamson, como madre, insiste
emocionada la necesidad de frenar esta situación: "Yo he tenido suerte
de tener un hijo sano, pero ¿qué pasaría si no fuese así? No tenemos ni
un especialista responsable de nuestro bebé". (Laura Olías
, eldiario.es, 05/08/2014)
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