"El pasado mes de marzo el Gobierno aprobaba el proyecto VISC+.
Gracias a este, a partir de enero de 2015 nuestro historial sanitario
podrá venderse a las farmacéuticas, aseguradoras, empresas de
tecnología sanitaria, prestadores de servicios sanitarios privados, o a
las empresas de recursos humanos, entre otros. (...)
Desde el pasado mes de marzo, en Inglaterra el NHS
(National Health Service) puede vender el historial sanitario de la
población, una oportunidad que la multinacional de seguros BUPA ya ha
comenzado a aprovechar, a través de la compra masiva de datos.
Los
medios de comunicación se han tenido que esforzar para legitimar la
operación mercantil y para canalizar todo el malestar de la población
sobre si habría o no confidencialidad de los datos a la venta.
Responsables del proyecto inglés advertían que ciertos pacientes ya han
sido "re-identificados" para las aseguradoras, los grupos
farmacéuticos y otras empresas del sector de la salud tenían sus
propios datos médicas que pueden ser cruzadas con los registros
sanitarios públicos y así burlar la anonimato.
Una
vez que el proyecto VISC+ entre en vigor, no sabremos a ciencia cierta
si nuestros datos se utilizarán por parte de un departamento del
Gobierno, de una compañía farmacéutica o de una aseguradora. (...)
¿Autorizas que tu información sanitaria sea vendida a
compañías farmacéuticas, compañías de tecnología sanitaria, a mutuas,
aseguradoras, empresas de recursos humanos o a cualquier ente con ánimo
de comerciar con la salud? Nosotros no lo autorizamos.
Tendremos que organizar un fuerte movimiento de resistencia a la venta
que, como el propio director de la Agencia de Calidad y Evaluación
Sanitarias de Cataluña advertía, es la única situación que podría
hacerles hacer marcha atrás." (Isabel Vallet
-
"(...) El 4 de junio de 2013 el Gobierno de la Generalitat de Cataluña
aprobó el Proyecto Visc+.
Según la nota de prensa publicada en su web,
el objetivo del Visc+ es “poner la información sanitaria a disposición
de los ciudadanos, las empresas y la investigación” para “mejorar los
servicios de salud”, “mejorar la investigación” y “poner en valor el
conocimiento”.
Para hacer posible todo esto, el Proyecto Visc+ se
propone “relacionar y estructurar” toda la información obtenida en
centros de atención primaria, hospitales, urgencias e, incluso, en las
recetas electrónicas. Toda esta información se centraría en un punto que
recogería también los 60 millones de documentos contenidos en las
historias clínicas de los ciudadanos que utilizan el sistema público de
salud. Esta centralización es el primer paso para poner los datos “a
disposición de los ciudadanos, las empresas y la investigación”. (...)
El big data es la capacidad de manipular informáticamente grandes
volúmenes de datos con el objetivo de obtener información útil y
relevante. En este sentido el proyecto Visc+ tiene dos objetivos
fundamentales: centralizar toda la información médica del sistema de
salud pública y como hemos visto ponerla a disposición de la industria
sanitaria internacional, que lleva años presionando a los gobiernos para
que liberen los datos los servicios públicos de salud.
Una presión que
en Cataluña hace años que lidera la consultora PWC, una de las cuatro
grandes consultoras del mundo. En su informe “10 temas candentes de la
sanidad 2013″ PWC dedica especial atención a este tema:
“La
liberación de estos datos y su reutilización permitirá generar grandes
beneficios” como “identificar cuáles son los grupos de riesgo
poblacionales con mayor precisión” lo que puede ser “una herramienta
útil para el sector asegurador, ya que podrá ajustar las sus primas al
riesgo de sus clientes y esto implica disponer de bases de datos
poblacionales con información sobre las características personales,
comportamientos, patrones de consumo y enfermedades de los individuos”. (...)
Si miramos las 9 empresas seleccionadas para participar en los
llamados “diálogos competitivos” es fácil imaginar el tipo de
“servicios” que pueden suministrar. Destaca la empresa IMS Health
especializada en “captar datos de pacientes provenientes de proveedores
de servicios sanitarios que poseen historias clínicas y documentación
sanitaria”.
El negocio de IMS Health es “transformar los datos en
información útil para medir el mercado, descubrir los comportamientos de
los pacientes y los médicos, ayudar a identificar al paciente correcto
para hacer la correcta promoción de productos”. Para ello “IMS Health
trabaja con información de registros de pacientes de proveedores
sanitarios, compañías farmacéuticas y gobiernos”.
IMS Health –implicada
en varios escándalos en todo el mundo por su uso de datos sanitarios
(ver recuadro)– tiene entre sus clientes a casi todas las compañías
farmacéuticas del mundo. Según una investigación de Open Secrets IMS
Health dedicó, sólo en los EEUU, cerca de 3 millones de dólares para
hacer lobby a los miembros del Senado ya entidades reguladoras de
privacidad de datos.
El resto de las empresas que diseñan el
Proyecto VIVO + son las consultoras PWC, Deloite (con gran presencia de
ex altos cargos públicos, como David Madí o Jordi Sevilla, máximos
hombres de confianza de Artur Mas y Zapatero respectivamente), Atos,
Everis y McKinsey. Encontramos también a las tecnológicas Accenture,
T-Systems, HP y ECISA, filial de El Corte Inglés. (...)" (Àngels Martínez Castells, Attac España, 20/09/2014)
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