"(...) Las elecciones griegas constituyen un punto de inflexión en el serio y
casi viejo debate para dilucidar quienes son los responsables de la
crisis de estos años y quiénes son los que pagan por ello.
Una debate
que en la UE había caído en el ámbito de la resignación pero que ahora
con la nueva Grecia se va a reactivar en el seno de la UE exigiendo
cambios importantes y no solo en la economía sino también en la política
porque el malestar general de los ciudadanos de Europa más
desfavorecidos afecta no solo a los partidos de la izquierda sino
también de la derecha -la extrema derecha griega se ha convertido en la
tercera fuerza política del país, y el Frente Nacional está cerca del
primer nivel en Francia-, lo que conduce a discursos anti europeos que
no convendría olvidar sino todo lo contrario combatir. (...)" (Syriza pone a prueba a Europa, de Pablo Sebastián en República de las ideas, en Caffe Reggio, 26/01/2015)
"(...) La victoria de Syriza es la primera insurrección popular contra ese
discurso único que ha tenido éxito. Como dice la portada del lunes del
Financial Times, es “un desafío al establishment del euro”. Ha habido
contestación contra ese sistema de poder en muchos países y desde
posiciones ideológicas muy diferentes.
Ha habido gobiernos como el
francés que han amagado con resistir, aunque luego se han rendido. Pero
ahora tenemos a un Gobierno, con silla en el Consejo Europeo, que no
acepta las cartas que se han repartido hasta ahora en la mesa.
Y ahí es
donde se juega el duelo imprescindible, no en los parlamentos
nacionales, donde sólo se puede aparentemente seguir las órdenes que
llegan del norte. (...)
Hemos rescatado a los bancos, pero no a la gente. Ese es un mensaje que
se ha escuchado en las calles de toda Europa. El establishment no ha
movido un músculo. En un país, se ha lanzado el desafío que faltaba.
Muchos griegos han decidido no resignarse. ¿Habrá gente suficiente en
otros países para continuar ese camino?" (El fin de la gran ficción europea, de Iñigo Sáenz de Ugarte en Zona Crítica de eldiario.es, en Caffe Reggio, 26/01/2015)
"Exhaustos, los ciudadanos griegos dejaron masivamente de pagar sus
impuestos, especialmente la odiada tasa inmobiliaria incluida en el
programa de rescate, nada más convocarse las elecciones que precisamente
se celebran hoy. Dan por descontada, y sin duda apoyan, la victoria de
Syriza, y aplican anticipadamente su propia visión de lo que entienden
por quita de la deuda.
Una concreción a escala microeconómica del gran
debate que centrará la atención de la política europea en las próximas
semanas. Esa aplicación directa del fin del programa alemán de pago de
la deuda que se está produciendo ya en las casas griegas define el
contexto de las posibles negociaciones entre la troika (los acreedores
institucionales de Grecia, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario
Internacional y la Comisión Europea) y el nuevo Gobierno griego: el
hundimiento fiscal de los ingresos del Estado a consecuencia de la
rebelión de los contribuyentes y la imposibilidad de mantener el
programa económico de devolución de la deuda y continuidad de los
ajustes una vez los ciudadanos griegos hayan emitido su voto.
No sabemos qué importancia ha tenido el factor griego en la decisión
del BCE de lanzar el pasado jueves su programa de compra masiva de deuda
pública, a razón de 60.000 millones de euros al mes hasta por lo menos
septiembre del 2016.
Pero no debe haber sido menor. Mario Draghi se ha
anticipado al desenlace electoral con un anuncio que, de momento, evita
la confluencia hoy mismo de las turbulencias políticas que provocará el
recuento de los votos con las dudas sobre el estado económico de la
eurozona. (...)" (Draghi es mortal, en Grecia y en España, de Manel Pérez en La Vanguardia, en Caffe Reggio, 25/01/2015)
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