25.2.15

Es llamativo el nivel de servilismo de unos medios de comunicación españoles cuando hablan de Grecia, porque lo que se juega Grecia, nos lo jugamos nosotros

"Es llamativo el nivel de servilismo de unos medios de comunicación patrios, dominados y regados financieramente por aquellos que generaron la mayor acumulación de deuda de la historia, el sistema bancario privado.

 Es llamativo, como se esfuerzan por desacreditar soluciones económicas aplicadas con éxito en el pasado, la renegociación de la deuda como condición necesaria para poder crecer y huir de la miseria que, por cierto, sus generosos financiadores han provocado.

 Es llamativo como pretender decirnos que no hay esperanza, que no nos molestemos. Es llamativo su grado de complicidad con la mayor acumulación de riqueza de la historia, en favor de sus financiadores –quien calla, otorga- . Es aún más llamativo como nos califican a aquellos que nos desviamos de su credo, populistas. (...)

Lo que se juega Grecia, lo que nos jugamos nosotros

Parto de una máxima, el diagnóstico de quienes analizan la economía en la mayoría de estos medios de comunicación es parte del problema, no me vale, no me interesa. No previeron la actual crisis sistémica. Sí, actual, porque seguimos buceando en ella, y por muchos años.

 No han entendido la recesión de balances en la que estamos inmersos. No han comprendido el papel de la deuda privada en la actual crisis sistémica. Han ocultado la socialización de pérdidas privadas. Han defendido en la mayoría de los casos a unos acreedores que son quienes riegan de fondos sus medios.

Por eso les interesa que a Syriza le vaya mal, que Grecia no cree una alternativa a su desastre, y así mantener su momio

La única condición necesaria para que Grecia, España, o Portugal garanticen un crecimiento sostenible pasa por una quita de la deuda total, privada y pública, sin imposiciones –austeridad, privatizaciones o devaluación salarial-. Sin ello, todas las propuestas de modernización que algunos propugnan son una cortina de humo, papel mojado –dejo para otro momento la incapacidad de éstos para entender qué es competitividad-.  (...)

Al igual que Grecia hoy, Gran Bretaña en 1945 estaba en bancarrota. La deuda pública era aún mayor que la cifra griega en la actualidad - más del 200% del PIB. El Tesoro había evitado una crisis financiera simplemente impidiendo que nadie sacara su dinero fuera del país: había un estricto control de los flujos de capital y nadie podía convertir la libra esterlina en otra moneda. (...)

 Cuando, de conformidad con el acuerdo, la libra llegó a ser completamente convertible en 1947, se produjo una de las mayores crisis financieras de la historia británica. Y la economía británica acabó lastrada por sus deudas durante años. La necesidad de pagar las deudas hizo que los impuestos fueron mayores, el potencial de crecimiento fuera menor y la inflación alta”.

Ed Conway acaba comparando lo conseguido por Gran Bretaña respecto a Alemania, a quien se le condonó la mitad de los préstamos de guerra en 1953 –la conexión entre familias banqueras alemanas residentes en el país germano y en Estados Unidos, ambas financiaron generosamente a los nazis, funcionó-.

 El Reino Unido registró un crecimiento medio anual del 2,4% entre 1950 y 2000, frente al 4% en Alemania. Por eso, que nadie lo olvide, especialmente Yanis Varoufakis, ¡la condonación de la deuda y las condiciones exigidas importan y mucho!"             (Juan Laborda, Vox Populi, 21/02/2015)

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