"(...) Incluso antes de las elecciones el 25 de enero (en realidad a
principios de diciembre de 2014), sabemos que Tsipras y Varoufakis
habían anticipado las presiones y las amenazas que usarían el
Euro-grupo. El significado del “plan B”, desarrollado por Varoufakis,
fue precisamente dar aire al gobierno griego, en el caso que el
Eurogrupo y el Banco Central Europeo buscarán estrangular a Grecia.
La lógica del “Plan B”, iba dirigido a preparar una salida del
euro. Por razones esencialmente ideológicas, esto fue rechazada por
Tsipras. Varoufakis era plenamente consciente de que la lógica del
“Plan B” podría dar lugar a la salida del Euro, y él lo había
aceptado [9].
La posición Varoufakis sobre el euro ha evolucionado a
partir de enero a junio. Él hoy continúa pensando que abandonar el euro
es un “mal”, pero un “mal menor” frente a la aceptación del acuerdo de
13 de julio y el correspondientememorándum , que para él es el mal absoluto. (...)
La existencia del “Plan B” es una de las pruebas, que otra política era,
y todavía es, posible. Sin embargo, se debe entender que otra política
implica, en un momento u otro, la ruptura con el euro y la Unión
Europea. Lo que la crisis griega nos enseña es que no hay otra política
posible en el marco de la Euro. (...)
El euro se ha convertido en un obstáculo tanto para la democracia
(tal como lo hemos visto en Grecia) como para una política en pro del
trabajo, que haga frente a la financiación. Sin embargo, estas
cuestiones no agotan el tema.
El euro, en realidad, acentúa y generalizar el proceso de
financiarización de las economías, por ya casi quince años. [13]. Esto
se debe a que los bancos europeos son de alto riesgo en los Estados Unidos. Las consecuencias están a la vista , las conocemos desde la crisis de 2008.
A diferencia de lo que declaran, descaradamente ciertos políticos, la
zona euro ha llevado a una parte de Europa al estancamiento, a un
crecimiento muy bajo [14], La zona euro tampoco nos ha protegido de la
crisis financiera del 2007-2009. El resultado es claro. De hecho, no hay
otra política económica posible cuando uno está en el euro, que no sea
la austeridad. Es una de las lecciones de la crisis griega. Entonces ,
el desmantelamiento de la zona euro es una tarea prioritaria.
Las posiciones han comenzado a cambiar en la izquierda y muchos ojos
se han abierto. La crisis griega, ha permitido una aclaración importante
. Hoy el debate es necesario , no solo en Grecia sino también en Europa
y Francia, en particular.
¿Cómo reconstruir una alternativa a la política europea actual?
Una alternativa como la ruptura con el euro, y recuerdo que no puede haber otra política
que no sea sobre la base de una salida del euro- , implica que las
fuerzas de izquierda, se asocien de alguna manera con las fuerzas
soberanistas.
Debemos tener en cuenta, que en la cuestión del euro, hay una
evolución significativa dentro de las fuerzas de izquierda, incluso en
Francia uno observa la evolución de JL. Mélenchon y especialmente Eric
Coquerel [15] .
Como lo dijo un artículo publicado en The Guardian el 14 de julio 2015, después de la capitulación de Tsipras. la llamada “salida a la izquierda” o “Lexit” [16]. esta en el llamamiento de Stefano Fassina, que fue uno de los líderes
del Partido Demócrata en Italia (y ex Viceministro de Gobierno de la
economía Letta) . En esta misma dirección esta lo que escribe en su blog
Yanis Varoufakis [17].
También va en esa orientación Oskar Lafontaine, ex jefe de la SPD y miembro fundador del Partido
de Izquierda, que en 2013 pidió la disolución del euro [18]. Desde
entonces, se ha sumado al debate la Sra Sahra Wagenknecht, co-presidente
del grupo parlamentario del Partido de la Izquierda del Partido de la
Izquierda en el Bundestag [19].
Sin embargo, esta alternativa tendrá sentido sólo si se extiende a
todas las fuerzas que hoy llaman a salir del euro. Desde el momento que
se tiene como prioridad el desmantelamiento de la zona euro, una
estrategia más amplia, que incluya a las fuerzas de la derecha, aparece
no sólo lógica sino necesaria.
Querer ocultar esto nos llevaría a un
callejón sin salida. La verdadera pregunta, por tanto, es ¿se debe hacer
del desmantelamiento del euro una prioridad ? Y en este punto, tanto
Oskar Lafontaine, como Fassina, y otros dicen que sí. (...)" (Entrevista al economista francés Jacques Sapir, para el diario Le Figaro por Alexander Devecchio. En Attac España, 10/09/2015)
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