"(...) La importancia del contexto político para entender los orígenes de la Gran Recesión
En aquellos países (como EEUU, Reino
Unido y el sur de la Eurozona) donde las élites empresariales han sido
más poderosas y las clases trabajadoras más débiles, las políticas
neoliberales se han impuesto con mayor intensidad.
En el análisis del
contexto político donde se da el conflicto Capital-Trabajo, las tesis
keynesianas son de limitado valor. John Maynard Keynes, al centrarse
solo en el tema económico, no podría explicar por qué y cuándo tuvo
lugar esta situación.
En realidad, John Maynard Keynes no habló en
ninguna parte del contexto político, lo cual ha limitado su utilidad. Se
centró en el fenómeno económico, sin analizar el contexto político. La
dicotomía demanda versus oferta en su modelo económico era útil pero de
limitada relevancia, pues había que entender, por ejemplo, por qué ha
habido un descenso de la demanda desde los años ochenta. Y es ahí donde
los trabajos de otro autor, Michal Kalecki, poco conocido en España, es
esencial.
Este último enraíza el descenso de la demanda en los ciclos
económicos en el descenso de las rentas del trabajo, dentro del
conflicto Capital-Trabajo. Su trabajo se basa en las teorías de Karl
Marx, cuyo marco intelectual utiliza Michal Kalecki. Y le sirve para
explicar la evolución del capitalismo.
La aplicación de este marco es lo
que sirve también para explicar la Gran Recesión y el gran
estancamiento económico, imposible de explicar sin enmarcar el fenómeno
de falta de demanda en la derrota del mundo del trabajo (tal como ya lo
indicó Karl Marx).
Marx llevaba bastante razón
Como señaló Joan Robinson, profesora de
la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Keynes conocía los trabajos
de Kalecki (de los cuales, según Robinson, copió bastante),
desarrollándose entre ambos una relación no siempre carente de
tensiones. Pero sus diferencias explican que la capacidad predictiva de
Keynes fuera muy limitada, mientras que en el caso de Kalecki fuera
bastante acertada.
La ausencia del análisis político por parte de Keynes
le llevó a predecir que, a principios del siglo XXI, la semana laboral
tendría solo 15 horas, mientras que Kalecki indicó que dependería de la
fuerza que tuviera la clase trabajadora en su enfrentamiento con la
clase capitalista.
Kalecki llevaba razón, como se puede ver en lo que ha
estado ocurriendo. El enorme debilitamiento del mundo del trabajo,
conseguido mediante la imposición de las políticas neoliberales, muestra
que la semana laboral dista mucho de ser de 15 horas. Kalecki siempre
subrayó que el contexto político, y muy en particular la relación
Capital-Trabajo, era esencial para entender el fenómeno económico.
De
vivir hoy, habría señalado que no se pueden entender las políticas de
austeridad y de reducción de la Europa Social sin entender la lucha de
clases que está ocurriendo a nivel continental en Europa, tal como he
intentado mostrar en el libro que he citado anteriormente.
El ataque del
mundo del capital al mundo del trabajo se ha llevado a cabo durante
estos años con el desmantelamiento e las conquistas laborales, sociales y
democráticas que había conseguido el mundo del trabajo durante la época
del Pacto Social. Una vez más el conflicto Capital-Trabajo es
determinante para explicar cómo y por qué el Presidente del Banco
Central Europeo dice que la Europa Social es insostenible, por qué el
gobierno Rajoy ha hecho las reformas del mercado laboral más dañinas a
la calidad del trabajo y sus salarios, y por qué el gobierno liberal de
Catalunya presidido por el Sr. Artur Mas ha llevado a cabo los mayores
recortes de gasto público y social que se conocen en la Unión Europea. Y
los datos están ahí (véase mi libro) para aquellos que quieran verlo. (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 29 de octubre de 2015, en www.vnavarro.org, 29/10/15)
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