3.2.16

El exgobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, ha hecho tanto daño a esta nación que es un insulto que se haya ido de rositas -como los ladrones que hundieron las cajas de ahorro

"Cuando el Tribunal Supremo acaba de poner de manifiesto el gravísimo fallo del Banco de España, en su obligación esencial de velar por la veracidad y la exactitud de los balances de las entidades sometidas a su supervisión, permitiendo que un grupo de delincuentes encabezados por Rato engañaran a miles de ahorradores en la salida a bolsa de Bankia con información absolutamente fraudulenta, resulta indignante a la vez que obscena la publicación de un libro por Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), todopoderoso gobernador del Banco de España antes y durante nuestra mayor crisis económica, culpando a los demás de la dejación delictiva de sus funciones de supervisión y de la ocultación sistemática de la realidad, lo que agravaría exponencialmente las consecuencias de la crisis.

El exgobernador MAFO, en lugar de tener la decencia y el coraje de reconocer sus errores, sostiene ahora que no es responsable de nada. Entonces, ¿qué hizo con el informe de la Inspección de 2006?, ¿y con el informe de Moody’s de septiembre de 2007 en que se decía que varias cajas de ahorro no podrían sobrevivir?, ¿por qué mintió negando la burbuja primero y la crisis después?, ¿por qué ocultó durante años la realidad y permitió la destrucción del mejor sistema de cajas de ahorro de Occidente, a manos de unos delincuentes colocados por partidos y sindicatos? 

El exgobernador ha hecho tanto daño a esta nación que es un insulto que se haya ido de rositas -como los ladrones que hundieron las cajas de ahorro- y con un retiro de lujo pagado por aquellos a quienes tan activamente ha contribuido a arruinar.

En mayo de 2006, la Inspección del Banco de España envió una carta a Solbes y a MAFO, que era el gobernador ‘de facto’, ya que Caruana se estaba despidiendo y todas las decisiones le correspondían a Ordóñez, alertando del desastre que se avecinaba: 
“La pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España ante el insostenible riesgo inmobiliario acumulado por las entidades pone en grave riesgo a todo el sistema”, por ello “los inspectores del Banco de España queremos distanciarnos de la complaciente lectura que de la situación de la economía española hace el actual gobernador, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para reconducir la insostenible situación actual”.

Advertían del serio peligro que entrañaba el irresponsable comportamiento de bancos y cajas, concediendo créditos al sector inmobiliario por encima de todo lo razonable, máxime cuando esos préstamos se estaban realizando no con los recursos propios del sistema sino con dinero exterior. 

Se endeudaban a corto para prestar a largo plazo, se concedían hipotecas y créditos a promotores con una irresponsabilidad nunca vista. Hipotecas por el 120% del valor de tasación -cuando el límite estaba en el 80%-, periodos de amortización de hasta 40 años, cuotas hipotecarias equivalentes al salario del hipotecado, y si en lugar de hipotecas hablamos de crédito promotor a suelo escandalosamente sobrevaluado, la irresponsabilidad y la corrupción, porque los directivos responsables se embolsaban cuantiosas comisiones, superaban todo lo imaginable.

De esta forma se concederían hasta 1,1 billones de euros al inmobiliario en todas sus facetas. Cuando en abril de 2007 quebró la inmobiliaria Astroc, que había sido el valor estrella de la bolsa en 2006, ‘Financial Times’ advertiría de que era “el principio del estallido de la burbuja inmobiliaria”. 

MAFO y Solbes, en lugar de tomar las medidas adecuadas, hicieron justo lo contrario, mentir masivamente minimizando lo ocurrido, y lo que fue infinitamente peor, animando a las familias a seguir endeudándose: “Los pisos solo pueden subir de precio, cuanto más se endeuden para la compra de los mismos, más ricos serán”. 

 Esa afirmación oficial a sabiendas de que era falsa fue claramente delictiva, algo por lo que en cualquier Estado de derecho ambos habrían sido procesados.  (...)

A principios de agosto de 2007 estalla la crisis financiera internacional. El BCE convoca en una reunión de urgencia a los gobernadores de los bancos centrales de la eurozona, a la que asisten todos menos MAFO, porque estaba de vacaciones y no le dio la gana interrumpirlas. 

La reunión del BCE concluiría con una seria advertencia, “estamos ante la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión”. El 12 de agosto Solbes, después de haber consultado con MAFO, afirmaría: “La crisis financiera internacional no tendrá efecto alguno sobre nuestro país”. ¡Al país más endeudado del planeta, la crisis financiera internacional no le afectaba!  (...)

Luego vino el plan de rescate diseñado a medida de las necesidades de los grandes bancos, en base a un papel redactado por uno de ellos. Se crearía el FAAF (Fondo de Adquisición de Activos Financieros) para inyectar liquidez comprando bonos de titulización hipotecaria, donde “cinco personas sentadas alrededor de una mesa camilla” -en feliz expresión de Rajoy- decidían a quién y por cuánto, algo que nos costaría 20.000 millones. 

En 2008, salvado gracias a nuestro dinero y como ‘premio a su gestión’, cerca de 100 personas recibieron bonus de entre uno y cinco millones de euros, cerca de 2.000 entre 500.000 y un millón, unos 5.000 entre 100.000 y 500.000, y menos de 100.000 ni se sabe. Luego vino el robo legal del FROB, tapar agujeros sin plan específico alguno, Esquemas de Protección de Activos, recortes brutales a los preferentistas españoles mientras se devolvía con el MEDE (el rescate europeo) hasta el último euro a las insensatas cajas alemanas y francesas que habían financiado la burbuja, hasta llegar a Sareb, que, según acaba de decirnos Bruselas, “necesitará más aportaciones de los contribuyentes”.
El coste del rescate financiero es a día de hoy una cifra desconocida.  (...)

La única verdad de lo que escribe es que la legislatura de Rajoy es “algo a olvidar en la historia de España”.(...)"                   ( , El Confidencial, 02/02/2016)

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