"Creía q
cuando Rajoy dió una rueda de prensa desde un plasma alguien se
levantaría y lo apagaría mientras decía: "A reírte de otro", pero no
"El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha aprovechado un acto celebrado este jueves en la Universidad Complutense de Madrid
para cargar contra la función que desarrollan los periodistas.
"Buena
parte de los redactores que siguen la actualidad diaria de Podemos están obligados profesionalmente a hablar mal del partido. Así son las reglas del juego", ha asegurado.
Para sustentar su tesis, el líder de Podemos ha puesto como ejemplo
el caso del periodista Álvaro Carvajal. Dice el podemita que para que
sus noticias ocupen un puesto relevante en la portada del periódico El Mundo
y eso se traduzca en un mayor número de visitas, "tiene que conseguir
informaciones diciendo que Podemos lo hace fatal", por ser, en su
opinión, las que más atraen al lector.
"Aún así en buena parte de los periodistas que nos siguen y que están
obligados profesionalmente a hablar mal de nosotros, porque así así son
las reglas del juego, hay un elemento de amor, y es una cosa bonita, hay algo sexy en Podemos
(...) que les atrae y que les gusta", ha continuado.
Tras añadir algún
comentario más sobre la labor de la prensa durante la presentación del
libro En defensa del populismo, de Carlos Fernández Liria, Iglesias ha ironizado: "Les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas".
Después
de escuchar la intervención del líder de Podemos, gran parte de los
periodistas presentes en la sala han abandonado el acto en señal de
protesta. Iglesias se ha excusado después afirmando que no pretendía
ofender y que es posible que sus declaraciones no se hubieran
entendido.
Sin embargo, ha añadido que "a lo mejor algunos no han
entendido todavía lo que significa un acto académico", y ha recordado
que la convocatoria no era "una rueda de prensa, sino la universidad". (...)" (Vox Populi, 21/04/16)
"Nuestro gremio tuvo ayer un ataque de dignidad. Se plantó y reaccionó
con orgullo y gallardía a los comentarios de poca altura de Pablo Iglesias sobre Álvaro Carvajal, periodista del diario El Mundo.
El líder de Podemos utilizó a un trabajador para ejemplificar la penosa situación de los medios de comunicación y la escasa libertad que los periodistas tenemos para ejercer nuestro trabajo.
Habría que recordar a Pablo Iglesias que los trabajadores de los medios de comunicación no somos diferentes a los de la Guardia Civil y la Policía, para los que sí se ha mostrado cercano, y que nuestra precariedad es la que nos impide hacer un periodismo de mayor calidad. (...)
Nos hemos puesto estupendos. Pablo Iglesias denunciaba que en algunos
medios de comunicación atizar a Podemos era motivo de ascenso
profesional y aplauso entre los jefes, y le damos la razón montando un
numerito victimista, haciendo al periodista protagonista y dando
argumentos a sus adversarios políticos que aprovecharon el suceso para
utilizarnos.
Si queríamos darle la razón a Pablo Iglesias había maneras menos
vergonzosas para la profesión de hacerlo. Durante muchos años hemos
aguantado todo tipo de vejaciones profesionales sin levantarnos,
ni por supuesto plantarnos, más allá de patalear un poco por las redes
sociales y dejar muy claro todo lo que nos indigna que se hagan ruedas
de prensa sin preguntas o que Moncloa pacte preguntas con sus
periodistas afines para esquivar la agenda.
Hemos tolerado que un periodista cobre 70 euros por una crónica en Siria y que no se paguen las colaboraciones. (...)
Hemos tolerado que un periodista cobre 70 euros por una crónica en Siria y que no se paguen las colaboraciones. (...)
Los periodistas tenemos ideología, sobre todo los que dicen no
tenerla; los periodistas no somos intocables y los periodistas estamos
constantemente siendo presionados por élites políticas y económicas,
excepto los que son notarios de las oligarquías.
Pero si aplicamos nuestra queja sólo a aquellos que no van a tener repercusión sobre nuestra estabilidad laboral estamos faltando a nuestro deber profesional y quedando en evidencia ante los lectores y la opinión pública.
En España hemos aguantado que el rey Juan Carlos nos eche la bronca por informar sobre su salud y hemos respondido con risas y agachando la cabeza. Hemos soportado que Federico Trillo humillara a la periodista Sonia Martín lanzándole un euro por preguntar sobre las armas de destrucción masiva en Iraq, y seguiremos soportando lo que haga falta porque hay plantes que salen caros.
Nuestro trabajo es contar lo que ocurre, y para eso hay que ir a donde está la noticia. Sin periodistas haciendo fotografías al plasma nadie podría hacer bromas sobre Rajoy dentro de una televisión.
Aunque supongo que los compañeros que ayer fueron noticia volverán a actuar de igual manera cuando Esperanza Aguirre insulte a los profesionales de La Sexta llamándoles “La Secta”, o cuando ABC pacte con Moncloa preguntas para evitar a los demás hacer su trabajo.
Nosotros no somos los protagonistas, y la sobreactuación que nuestra profesión tuvo ayer en el acto con Pablo Iglesias es un síntoma de nuestra debilidad." (Antonio Maestre, La Marea, 22/04/16)
Pero si aplicamos nuestra queja sólo a aquellos que no van a tener repercusión sobre nuestra estabilidad laboral estamos faltando a nuestro deber profesional y quedando en evidencia ante los lectores y la opinión pública.
En España hemos aguantado que el rey Juan Carlos nos eche la bronca por informar sobre su salud y hemos respondido con risas y agachando la cabeza. Hemos soportado que Federico Trillo humillara a la periodista Sonia Martín lanzándole un euro por preguntar sobre las armas de destrucción masiva en Iraq, y seguiremos soportando lo que haga falta porque hay plantes que salen caros.
Nuestro trabajo es contar lo que ocurre, y para eso hay que ir a donde está la noticia. Sin periodistas haciendo fotografías al plasma nadie podría hacer bromas sobre Rajoy dentro de una televisión.
Aunque supongo que los compañeros que ayer fueron noticia volverán a actuar de igual manera cuando Esperanza Aguirre insulte a los profesionales de La Sexta llamándoles “La Secta”, o cuando ABC pacte con Moncloa preguntas para evitar a los demás hacer su trabajo.
Nosotros no somos los protagonistas, y la sobreactuación que nuestra profesión tuvo ayer en el acto con Pablo Iglesias es un síntoma de nuestra debilidad." (Antonio Maestre, La Marea, 22/04/16)
"(...) Es el contexto. En la Universidad, no en una rueda de
prensa. Por lo demás, lo que Iglesias dijo -–y hay que oír la
intervención-- es la verdad. Corren tiempos muy duros para el periodismo
y ése es el auténtico problema a resolver. De enorme gravedad.
La prensa oficial mantiene una campaña contra Podemos,
innegable, que opera, sin embargo, como gota malaya que ya surte
efectos. A veces llega a resultar hasta jocosa, en su empecinamiento y
desmesura. Portadas encabezadas por dos o tres noticias contra la
formación, a diario, editoriales que ruborizan… .
"Tras ejecutar a Nikolái Yezhov, jefe de su
policía secreta, Stalin ordenó que fuera borrado de las fotografías en
las que aparecían juntos. Mao hizo lo mismo con Bo Gu, con el que había
compartido la Larga Marcha y que desapareció de una vieja imagen en la
que se les veía posando sonrientes. Kim Jong-un aprendió de su padre que
no hay nada como un pelotón de fusilamiento para afianzarse en el
poder: ejecutó a su tío Jang Song-thaek y después lo eliminó del álbum
familiar. La consigna en los regímenes comunistas, a la hora de purgar
al camarada descarriado, es que no quede nada de él. Ni su recuerdo".
Así comenzaba, para asimilarlo a Pablo Iglesias, una columna escrita hace un mes por David Jiménez, director de El Mundo,
el diario en el que trabaja el periodista aludido por el secretario
general de Podemos. El mismo que esta semana anunciaba un ERE para 185
de sus trabajadores y otros 39 más de otros medios de la empresa Unidad
Editorial.
Una campaña cierta. Nos consta. "Me consta cómo algunos
comités editoriales de algunos medios pusieron una línea roja por la
que solo valía que apareciera Podemos para informar negativamente sobre
la formación política y sus líderes", escribe José Sanclemente en
eldiario.es. Añadiré, en inciso, que consta también que “a Ciudadanos
hay que tratarlo bien”. Ayer, todos volvieron a la carga rasgándose las
vestiduras:
"Debería saber Iglesias que la regla de juego
básica de la prensa en una democracia es la veracidad, y que su labor
fundamental es el control del poder para evitar abusos, corrupciones o
agresiones gratuitas como la suya", tronaba el editorial de El País.
Paradójicas sentencias, cuando no han publicado ni media palabra de la relación de Blesa o la actual mujer de Felipe González en los #PapelesdePanamá, por poner solo un ejemplo. Ni El País ni sus colegas de la mañana. Hurtar noticias es grave. Es como si en una carretera en obras no se advirtiera al conductor de un socavón profundo. (...)
Paradójicas sentencias, cuando no han publicado ni media palabra de la relación de Blesa o la actual mujer de Felipe González en los #PapelesdePanamá, por poner solo un ejemplo. Ni El País ni sus colegas de la mañana. Hurtar noticias es grave. Es como si en una carretera en obras no se advirtiera al conductor de un socavón profundo. (...)
Entre el aluvión de artículos publicados en apenas 48 horas, hemos sabido que la dirección de El País se plantó en la redacción para decir "que
confía en que Ciudadanos entre en el Gobierno y juegue un papel
fundamental en la política española, y no sólo eso, sino que espera que
el periódico contribuya a eso", según contó Íñigo Sáenz de Ugarte.
Y esto va mucho más allá de lo que suele denominarse “de tendencia” (progresista, conservadora…). Esto es participar en política sin avisar a los lectores. Es hacer política más que información. Otros medios no precisan ni advertir de sus intenciones. Leímos todos que la nueva Comisión de Interior del Congreso constató la existencia de una policía política al servicio del PP.
Que así se elaboró un delirante informe contra Pablo Iglesias (PISA, por Pablo Iglesias. S.A) que la justicia ha rechazado casi con rubor, como otros que les antecedieron y que han sido desestimados también. Pero que no por eso dejaron de difundir y amplificar los medios y hasta toda una vicepresidenta del Gobierno. (...)
Y esto va mucho más allá de lo que suele denominarse “de tendencia” (progresista, conservadora…). Esto es participar en política sin avisar a los lectores. Es hacer política más que información. Otros medios no precisan ni advertir de sus intenciones. Leímos todos que la nueva Comisión de Interior del Congreso constató la existencia de una policía política al servicio del PP.
Que así se elaboró un delirante informe contra Pablo Iglesias (PISA, por Pablo Iglesias. S.A) que la justicia ha rechazado casi con rubor, como otros que les antecedieron y que han sido desestimados también. Pero que no por eso dejaron de difundir y amplificar los medios y hasta toda una vicepresidenta del Gobierno. (...)
La crisis de la prensa termina siendo un secreto a voces del que está
prohibido hablar. Demasiadas cartas marcadas para que el juego sea
limpio, o medianamente decente y al servicio de los intereses de la
sociedad. (...)
Imprescindible hablar de los pobres periodistas que
sufren las políticas de sus empresas. Las que, en bancarrota por su mala
cabeza, han tenido que sentar en su accionariado a los principales
bancos acreedores. O las que subsisten con la eufemísticamente llamada
publicidad institucional, esa medida de gracia del gobierno.
No suelen “Morder la mano que les da de comer”. O las que, en TVE, por ejemplo, han de plegarse a las redacciones paralelas al servicio del PP. O, en otras televisiones públicas, para quien sea que ostente el gobierno. O, en televisiones privadas, a intereses comerciales y empresariales que son su razón de ser.
No suelen “Morder la mano que les da de comer”. O las que, en TVE, por ejemplo, han de plegarse a las redacciones paralelas al servicio del PP. O, en otras televisiones públicas, para quien sea que ostente el gobierno. O, en televisiones privadas, a intereses comerciales y empresariales que son su razón de ser.
“Con Pablo Iglesias sí nos atrevemos”, firma Antonio Maestre en La Marea. Y así es. Periodistas que se comieron varias veces el Plasma
con Rajoy en una de las imágenes más patéticas para la profesión que se
hayan dado se ponen ahora estupendos, porque el periodismo es, al
parecer, la única profesión exenta de esa práctica. (...)
Los que se han comido también los soliloquios de políticos en lo que
llamaron “ruedas de prensa sin preguntas”. Los que admiten como
inevitable la manipulación, exclusión de noticias, y desmesuras de sus
medios. Los que llegan a suscribirlos con su trabajo. Los que contemplan
expulsiones y purgas, mirando para otro lado, mientras sus jefes
mantienen impresionantes sueldos y bonus.
Los que solo hacen piña corporativa cuando el presunto infractor es contrario a los intereses de su empresa. La comprensión confirma que las cosas no se hacen como debieran. Son tiempos difíciles, sí, pero si algo se puede aprender de la trayectoria seguida es que ceder nunca es una solución, ceder es siempre la antesala para ceder más. O tragar. (...)
Estamos conociendo, menos mal, las tácticas mafiosas de Ausbanc y Manos Limpias, a las que durante años sucumbieron o en las que participaron estamentos esenciales del Estado. Bancos, jueces…
¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué no dijeron nada los afectados por los chantajes y extorsiones? ¿Los medios lo ignoraron durante décadas? ¿Es todo o la punta de otro iceberg? El PP ha sido judicialmente acusado de ser una organización criminal, aunque los medios tengan mala memoria para recordarlo. Y hasta de homicidio, recientemente en Galicia. (...)
Y, así, El Mundo precisamente nos cuenta, este sábado 23 de abril, que “en Venezuela el 12% de la población no come tres veces al día”. Ellos mismos publicaron que 2,2 millones de personas sobreviven en España alimentándose en comedores sociales.
Y no dan tres comidas al día. O sin encender la calefacción. O sin cocinar, comiendo latas o prefabricados. La pobreza energética ha aumentado en esta legislatura un 69%, en datos oficiales, como negó a Jordi Évole José Manuel Soria, el exministro hoy aclamado por los suyos como víctima caída de los Paraísos Fiscales. (...)
Callar es secundar todo esto, sin más eufemismos. (...)
¿Y el problema es Pablo Iglesias ironizando sobre el periodismo actual?" (Rosa María Artal, CTXT, 23/04/16)
Los que solo hacen piña corporativa cuando el presunto infractor es contrario a los intereses de su empresa. La comprensión confirma que las cosas no se hacen como debieran. Son tiempos difíciles, sí, pero si algo se puede aprender de la trayectoria seguida es que ceder nunca es una solución, ceder es siempre la antesala para ceder más. O tragar. (...)
Estamos conociendo, menos mal, las tácticas mafiosas de Ausbanc y Manos Limpias, a las que durante años sucumbieron o en las que participaron estamentos esenciales del Estado. Bancos, jueces…
¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué no dijeron nada los afectados por los chantajes y extorsiones? ¿Los medios lo ignoraron durante décadas? ¿Es todo o la punta de otro iceberg? El PP ha sido judicialmente acusado de ser una organización criminal, aunque los medios tengan mala memoria para recordarlo. Y hasta de homicidio, recientemente en Galicia. (...)
Y, así, El Mundo precisamente nos cuenta, este sábado 23 de abril, que “en Venezuela el 12% de la población no come tres veces al día”. Ellos mismos publicaron que 2,2 millones de personas sobreviven en España alimentándose en comedores sociales.
Y no dan tres comidas al día. O sin encender la calefacción. O sin cocinar, comiendo latas o prefabricados. La pobreza energética ha aumentado en esta legislatura un 69%, en datos oficiales, como negó a Jordi Évole José Manuel Soria, el exministro hoy aclamado por los suyos como víctima caída de los Paraísos Fiscales. (...)
Callar es secundar todo esto, sin más eufemismos. (...)
¿Y el problema es Pablo Iglesias ironizando sobre el periodismo actual?" (Rosa María Artal, CTXT, 23/04/16)
"Bescansa pide que se normalice “la crítica a los medios de comunicación”
Podemos intenta mediar en la guerra abierta entre Pablo Iglesias y la
prensa. La secretaria de Análisis Político y Social de la formación, Carolina Bescansa, ha reclamado que se normalice “la crítica a los medios de comunicación”
igual que se hace a diario con los políticos, en referencia al aluvión
de críticas a Iglesias por ridiculizar a un periodista de El Mundo.
En declaraciones a Espejo Público, Bescansa ha querido reiterar las
disculpas que ya transmitió el líder de Podemos en Twitter después de su
polémica comparecencia en la Universidad Complutense, aunque, como él,
ha dejado un ‘pero’ en el aire y ha lamentado que los periodistas “se encuentran con muchas dificultades a la hora de transmitir sus noticias” sobre su partido.
En este sentido, ha pedido que se abra “un debate sobre cómo funcionan los medios por dentro”,
a la vez que ha planteado la necesidad de “normalizar un poco las
críticas a los medios de comunicación” de igual forma que se hace “todos
los días la actuación de los partidos políticos”.
“Hay motivos que abren la posibilidad de crítica a los medios sin que
se tenga que convertir en noticia de primera página en todos los
periódicos”, ha expresado Bescansa´. (...)" (República.com, 22/04/16)
"Narcisista, resentido, bolivariano...: lluvia de palos en los periódicos a Pablo Iglesias.
Pablo Iglesias recibe duras críticas en los
periódicos de este viernes después de su ataque a la prensa de ayer,
personalizado en el periodista Álvaro Carvajal,
encargado de cubrir la información de Podemos para el diario ‘El Mundo’,
durante la presentación de un libro en la Universidad Complutense de
Madrid.
El líder de Podemos criticó la cobertura que hacen los medios de
comunicación sobre su formación, con alusión personal al citado
periodista, lo que provocó que los profesionales que asistían al acto
abandonaran la sala. Según Iglesias, “buena parte de los periodistas”
que les “siguen” están “obligados profesionalmente a hablar mal” de
Podemos para prosperar en sus medios. (...)" (La Voz Libre, 22/04/16)
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