"Lo ha vuelto a hacer. El partido de Montoro y Rajoy ha vuelto a subirnos
los impuestos a todos. Sí, a todos. A algunos de forma directa
(fumadores, consumidores de determinadas bebidas, empresas), pero a
todos de manera indirecta ya que los impuestos siempre, inevitablemente,
se repercuten.
¿Alguien piensa que arrancarle miles de millones de
euros adicionales a las empresas no va a tener una fuerte incidencia en
los precios de sus productos y servicios, que terminamos pagando los
consumidores? ¿De verdad alguien cree que este nuevo mordisco a las
empresas grandes no va a traducirse en menos compras de éstas a las
pymes que las abastecen o prestan servicios, renegociando a la baja sus
precios y poniendo en riesgo su continuidad?
En el país con mayor paro
de Europa, ¿de verdad hay ingenuos para quienes este hachazo fiscal no
guarda relación con la capacidad de mantener o aumentar la plantilla de
las empresas afectadas, para no hablar de la nómina de sus proveedoras
más pequeñas y débiles? (...)
Cuando los gobernantes nos quieren quitar de golpe ocho mil millones
de euros más para tratar de reconducir el déficit desbocado que ellos
mismos provocaron, intentan ocultárnoslo con milongas.
“Pagarán las
empresas, los fumadores, los obesos que se hinchan a cocacolas (pero es
por su bien), nunca el buen ciudadano correcto, ascético y sano” podría
ser el resumen de la sarta de embustes que nos largó Cristóbal Montoro,
trufada de las burdas gracietas y la torpe chabacanería a la que tanto
cuesta acostumbrarse.
“Lo que se ve” es a quién ha decidido aplicar esta
nueva extorsión oficial la mafia institucionalizada que llamamos
Estado. “Lo que no se ve” es quiénes terminaremos pagándola en realidad,
es decir, de una u otra manera, todos. Las ramificaciones de cualquier
alza fiscal van mucho más allá de los efectos inmediatos, y los tahúres
como Montoro se valen de la ignorancia que ellos mismos fomentan y de la
natural pereza intelectual de los ciudadanos.
Ojos que no ven, bolsillo
que al principio no siente y que, cuando sienta, no vinculará los
aprietos con la subida de impuestos, al no haberla pagado directamente.
“Lo que no se ve” es mucho más grave que “lo que se ve”.
Lo
anunciado el viernes sólo es el principio. Si con mayoría absoluta, un
PP convertido a la socialdemocracia ya nos hizo más de cincuenta subidas
de impuestos, qué no nos hará ahora que tiene la excusa de necesitar el
apoyo de los socialdemócratas de toda la vida (PSOE) y de los nuevos
socialdemócratas aspirantes a bisagra troncal del sistema (Ciudadanos).
Y
esa misma excusa le sirve al PP para entorpecer aún más el empleo
aumentando las cotizaciones para tapar con un dedo la vía de agua de un
Estado asistencialista quebrado. (...)
Ante las medidas adoptadas, una vez enfriada la indignación que
provocan, cabe reflexionar sobre cómo plantarles cara. Las empresas y
los particulares tendrán que hacer cuentas… o hacer las maletas. La
asfixia fiscal española ya es en muchos casos insoportable. Al ciudadano
medio, el Estado ya le arrebata la mitad de cada hora de trabajo.
Y le
pone dificilísimo encontrar empleo porque lo que tiene que pagar la
empresa es brutal. Y le expulsa del mercado de trabajo como a un trasto
viejo si no alcanza a producir por el valor que los sesudos políticos
imponen como salario mínimo. Y encima le chulea diciendo que todo esto
es por su bien y que mucho ojito con fumar, o con tomarse un cubata, no
vaya a enfermar y le cueste dinero a su amo, el Estado.(...)" (Juan Pina, Vox Populi, 05/12/16)
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