"Cuestionario contestado por Alfredo Apilánez el 11 de marzo en el marco de la tercera sesión del “Proceso a la banca española". (...)
1) ¿Podríamos elegir la fecha de 1992 como momento simbólico del
inicio de la explosión del crecimiento de la deuda privada creada por la
banca española y de la monumental burbuja inmobiliaria que colapsó
estrepitosamente en 2007?
Si, efectivamente, así es.
2) ¿Cuáles son los elementos de los que parte para hacer esa afirmación?
En realidad, el origen de la explosión de la deuda privada es global.
Se enmarca dentro del proceso de financiarización que arranca en los
años 70 al desarrollarse espectacularmente el sector financiero para
sostener la menguante rentabilidad del capitalismo en tiempos de crisis
adoptando las innovaciones creadas por los magos de Wall Street. (...)
En este contexto, un país recién desindustrializado,con una economía
estancada, altamente dependiente del capital extranjero y adicto
crónico al monocultivo del ladrillo era el candidato perfecto para
servir de cobaya del experimento financiarizador.
En el caso español, el
año 92 es relevante por dos motivos. El inicio de la titulización
hipotecaria con la Ley 19/1992 y la firma del Tratado de Maastricht.
Desde un punto de vista legal, la titulización hipotecaria española
tiene su origen en la Ley sobre Régimen de Sociedades y Fondos de
Inversión Inmobiliaria y sobre Fondos de Titulización Hipotecaria.
En el
preámbulo de dicha ley, el legislador reconocía que contribuir a
abaratar la financiación para la adquisición de vivienda y facilitar la
“movilidad” en la concesión de préstamos eran los objetivos perseguidos
al conferir un marco normativo específico a la titulización en España.
En el Tratado de Maastricht se abre el proceso de creación de la unión
monetaria propulsando la liberalización de los flujos financieros en la
zona euro sin la restricción del tipo de cambio que posibilitará la
financiación masiva de la burbuja inmobiliaria española por parte de la
banca centroeuropea.
3) Ciertamente, a partir de esa fecha,
los datos sobre endeudamiento privado no financiero (de hogares y
empresas) y financiero (de la banca española con la extranjera) en
España se disparan exponencialmente al tiempo que la actividad
prestamista se enfoca principalmente hacia el sector inmobiliario.
¿Podría explicar los motivos por los que afirma que la titulización
propulsó la voraz concesión de hipotecas y precisar cuál fue la
responsabilidad de la banca privada en la omisión de información pública
que le permitió aparecer como acreedor de hipotecas de las que no era
titular mientras inflaba la cartera?
La clave reside en la
expresión coloquial en el sector financiero acerca de la titulización:
“hacer hueco” en el balance. Titulizar permitía vender hipotecas como
churros transmitiendo el riesgo a los inversores y despreocupándose
totalmente de la solvencia del deudor. (...)
En este contexto, un país recién desindustrializado,con una economía
estancada, altamente dependiente del capital extranjero y adicto
crónico al monocultivo del ladrillo era el candidato perfecto para
servir de cobaya del experimento financiarizador. En el caso español, el
año 92 es relevante por dos motivos.
El inicio de la titulización
hipotecaria con la Ley 19/1992 y la firma del Tratado de Maastricht.
Desde un punto de vista legal, la titulización hipotecaria española
tiene su origen en la Ley sobre Régimen de Sociedades y Fondos de
Inversión Inmobiliaria y sobre Fondos de Titulización Hipotecaria.
En el
preámbulo de dicha ley, el legislador reconocía que contribuir a
abaratar la financiación para la adquisición de vivienda y facilitar la
“movilidad” en la concesión de préstamos eran los objetivos perseguidos
al conferir un marco normativo específico a la titulización en España.
En el Tratado de Maastricht se abre el proceso de creación de la unión
monetaria propulsando la liberalización de los flujos financieros en la
zona euro sin la restricción del tipo de cambio que posibilitará la
financiación masiva de la burbuja inmobiliaria española por parte de la
banca centroeuropea.
3) Ciertamente, a partir de esa fecha,
los datos sobre endeudamiento privado no financiero (de hogares y
empresas) y financiero (de la banca española con la extranjera) en
España se disparan exponencialmente al tiempo que la actividad
prestamista se enfoca principalmente hacia el sector inmobiliario.
¿Podría explicar los motivos por los que afirma que la titulización
propulsó la voraz concesión de hipotecas y precisar cuál fue la
responsabilidad de la banca privada en la omisión de información pública
que le permitió aparecer como acreedor de hipotecas de las que no era
titular mientras inflaba la cartera?
La clave reside en la
expresión coloquial en el sector financiero acerca de la titulización:
“hacer hueco” en el balance. Titulizar permitía vender hipotecas como
churros transmitiendo el riesgo a los inversores y despreocupándose
totalmente de la solvencia del deudor. (...)
4) La entrada en el euro propulsó el endeudamiento del sistema
financiero español gracias a la financiación a espuertas recibida de los
bancos de los países con excesode ahorro (alemanes y franceses). ¿Cree
usted que esa deuda contraída con la banca centroeuropea fue causa
principal del “sobrecalentamiento” del sistema financiero español y que
el principal objetivo del colosal rescate posterior sufragado con fondos
públicos fue “liquidar” esos pagos?
Desde luego. Se trata
del perverso cepo en el que los llamados PIGS (Portugal, Irlanda, España
y Grecia) hemos quedado atrapados con el otrora milagroso euro. Los
grandes bancos de las economías del Centro –principalmente Alemania con
su enorme supéravit comercial-financiaron masivamente la burbuja
inmobiliaria española.
La existencia de una moneda única, el euro,
alentó este flujo, dado que ya no existía el peligro de una devaluación
que agravara el riesgo de impago en caso de crisis en algún país de la
periferia. Esto originó una enorme burbuja del crédito privado,
principalmente en el sector inmobiliario (recordemos que en la “piel de
toro” se construía más que en Alemania, Italia y Francia juntas) aunque
también en el consumo. Según el último informe del Banco Internacional
de Pagos, la banca española debe todavía más de un billón de dólares a
la banca extranjera.
Cuando se produjo el colapso del sistema
financiero internacional, la prioridad de la gran banca europea –aliada
con el BCE- era evitar las consecuencias sistémicas de un impago
generalizado causado por la quiebra de las cajas y bancos españoles.
El
famoso rescate de 2012 a cuenta de la ciudadanía –“apertura de una línea
de crédito” según don Mariano- y toda la política monetaria del BCE
vinieron al salvamento de la banca europea y estadounidense atiborrada
de paquetes de deuda hipotecaria tóxica incobrable de los bancos y cajas
patrios.
5) Afirma usted que los poderes públicos, usando
su potestad legislativa de forma torticera, practicaron la connivencia
más flagrante con los abusos y latrocinios cometidos por los prebostes
de la gran banca privada. ¿Podría precisar esta acusación?
Desgraciadamente, los poderes públicos fueron meros comparsas que
bailaban al son de la banca y del bloque del ladrillo. Habría que
destacar la vista gorda cuando no complicidad absoluta del Banco de
España y la CNMV supuestamente “independientes” en la dejación dolosa de
su función de control y supervisión del sistema financiero hasta que le
estalló la bomba de relojería en las narices. (...)
Las instituciones soberanas pusieron el BOE al servicio del bloque
del ladrillo a través de todo tipo de reformas legislativas –ley Boyer,
ley del suelo, la citada desregulación de la titulización y todo tipo de
facilidades y deducciones fiscales a favor de la compra en detrimento
del alquiler-.
Por no mencionar la casi desconocida pero neurálgica
complicidad en la renuncia a la soberanía monetaria (Maastricht) al
dejar la financiación de la deuda pública en manos de la banca privada.
Todo ello para favorecer al que Zapatero calificaba de “sistema
financiero más sólido de la comunidad internacional”.
6)
Conceder crédito a los promotores a nivel estratosférico significa
proporcionar la materia prima de la especulación con el suelo que fue la
base -junto con el crédito a espuertas de la banca privada- de la
colosal burbuja inmobiliaria. ¿Cree que hubo connivencia por parte del
gobierno?
Desde luego. Como hemos dicho, la incestuosa
relación entre grandes inmobiliarias, cajas de ahorros y ayuntamientos
alcanza el nivel legislativo. La Ley del suelo de 1998 tuvo como uno de
sus principales objetivos el aumento de suelo urbanizable –barra libre
para las recalificaciones y la vorágine constructora que desembocó en la
súper burbuja inmobiliaria-, en el razonamiento supuestamente
liberalizador y profético de que si se ponía en el mercado más suelo de
tal naturaleza, descendería el precio del suelo y, en consecuencia, de
la vivienda.
Con dicha Ley se daba un importante cambio de rumbo en la
clasificación de suelo, por cuanto hasta ese momento se entendía que el
suelo no urbanizable era el mayoritario por su carácter residual. Sin
embargo, con la Ley de 1998, todo el suelo que no ostentara el carácter
de urbano, ni debiera estar protegido y preservado como no urbanizable,
pasaría a ser urbanizable con el consiguiente aumento descomunal del
festín especulativo.
Asimismo, las administraciones hicieron uso de las semipúblicas
Cajas de ahorros como propulsoras de todo el proceso especulativo –en
gran parte basado en la masiva y corrupta financiación de promociones
urbanísticas faraónicas que acabaron resultando ruinosas- jugando un
papel esencial en el crédito a los promotores hasta llevarlas a la ruina
ante el derrumbe del castillo de naipes.
Eran el núcleo de la
podredumbre del monocultivo ladrillil al servir de nexo financiero entre
promotores y constructoras por un lado y las venales administraciones
públicas por otro. Tenemos como símbolo destacado de esta connivencia
incestuosa –para no incidir más en un tema archiconocido- el caso Bankia
como símbolo del destrozo.
7) Afirma usted que la
complicidad negligente entre los supuestos vigilantes del cumplimiento
de la legalidad -notarios, auditores- con la banca privada y la
intervención fraudulenta de las calificadoras de riesgo inflando las
calificaciones de las entidades y sus emisiones de títulos de deuda para
optimizar su salida al mercado fueron el lubricante ideal que propició
que la “fiesta” continuara sin molestas interrupciones ni señales de
alarma hasta el colapso. ¿Podría precisar algo más su afirmación?
La relación entre la banca y los supuestos vigilantes del sector
encargados del cumplimiento de la normativa es un caso flagrante de
conflicto de intereses y una pantomima descarada. El descontrol en la
asunción de riesgos y la manipulación de las cuentas por parte de las
entidades financieras, que financiaban hasta el 100% de la vivienda (muy
por encima del 80% establecido legalmente como tope) -incluyendo el
coche, el reloj y lo que hiciera falta y partiendo de tasaciones
temerarias –fue perpetrado con la complicidad total de auditores y
calificadoras de riesgos. (...)
Los notarios dieron su beneplácito a todo tipo de cláusulas
abusivas: productos complejos como las cláusulas suelo, comisiones
sangrantes, etc. ocultas en la intrincada letra pequeña y omitieron su
obligación de asegurarse del entendimiento del contrato por parte del
deudor e informarle de las cargas y responsabilidades asumidas.
En lugar
de velar por los intereses del cliente , al comprobar la legalidad del
contrato o explicar las cláusulas que se firman, entre otras labores, se
forraron (10% de los gastos de formalización de la hipoteca) dando fe
de contratos fraudulentos.
¿Y qué decir de los “vigilantes del
mercado”: las calificadoras de riesgos? Un dato bastará también para
mostrar su papel de pirómanos de la explosión crediticia. En el caso
concreto de la titulización española, el 87% de los valores emitidos
entre 1993 y 2007 obtuvieron la máxima calificación crediticia (la
famosa AAA) en el momento de su creación, un porcentaje que destaca si
se compara con el de otros mercados desarrollados.
8) Para
ir concluyendo con este punto ¿Podría decirnos qué otras prácticas
predatorias integraron el saqueo perpetrado en el “esquema ponzi” de los
años de vino y rosas?
Es imposible consignarlas todas aquí. La banca recurrió a todo tipo de
prácticas comerciales predatorias: manejaban a su antojo los índices de
referencia –ahí están los fraudes en el Libor y Euríbor, con márgenes a
todas luces abusivos- incluían la abusiva cláusula del vencimiento
anticipado que autoriza al banco a ejecutar la hipoteca y el desahucio
en subasta notarial si se produce el impago de dos o tres cuotas
–incluso no siendo ya el acreedor legítimo por haber empaquetado y
titulizado el préstamo-, cobraban comisiones leoninas (más que en
cualquier otro lugar de Europa) por cualquier cosa, imponían la
obligación de contratar seguros de vida con la aseguradora del banco al
contratar la hipoteca y un infinito listado de malas prácticas que han
recopilado las asociaciones de usuarios. (...)" (Alfredo Apilánez , Rebelión, 16/03/17)
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