"(...) algo va mal en Valencia, Granada, Málaga, Palma, Barcelona, Burgos,
Madrid y otras ciudades, la formación de largas colas de miles de
personas para recibir periódicamente paquetes de alimentos con aceite,
arroz, leche, azúcar, pan, pasta, legumbres, zumo…
Sin embargo, esas
largas colas en grandes ciudades no las veréis nunca en los telediarios
de ninguna televisión. Son las colas del hambre. Y del hambre no se
habla.
Sin embargo, la cruda realidad muestra que la
organización solidaria Banco de Alimentos, por ejemplo, solo en Madrid
ha distribuido más de 20 millones de toneladas de alimentos para ayudar a
unas 200.000 personas.
Por tanto cabe concluir que hay hambre en
España. Lo remacha un estudio de La Caixa sobre gente pobre en sus
programas de ayuda. Según ese informe, 30.000 familias con niños pasan
hambre en España y 60.000 menores de edad han pasado o pasan hambre con
frecuencia. Comen muy poco durante el día y nunca cenan, al tiempo que
más de 700.000 hogares en España no tienen ingreso alguno y sobreviven
por solidaridad familiar y ciudadana.
Hace siete años esos hogares sin
ingresos eran menos de medio millón. Sin olvidar que un 15% de
trabajadores, aún con un empleo y salario, son pobres. Pobres de verdad.
Lo que incluye hacer cola cada equis tiempo para conseguir un paquete
de alimentos y no pasar hambre. Alimentos que no proporciona el
gobierno, sino la solidaridad ciudadana.
Da igual que España ratificara
en 1976 el Pacto Internacional de Derechos Sociales, que reconoce el
derecho de cualquier persona a no pasar hambre y tener la alimentación
adecuada en cantidad y calidad. Da igual, porque lo de este gobierno es
parloteo y brindis al sol, pero no tomar medidas para asegurar ese
derecho y otros contra la pobreza y la desigualdad que genera más
pobreza.
Sin embargo, Mariano Rajoy, presidente del gobierno, pretende que
salimos de la crisis. ¿Con estos hechos, con esos datos? Vivir para ver. (...)" ( Xavier Caño , El Viejo Topo, 20/04/17)
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