"Las cifras de desahucios en 2016 ascendieron a 107.447 entre
lanzamientos por impagos de alquileres y ejecuciones por impago de
hipotecas. (...)
El lanzamiento por impago de alquileres, por otra parte, se encuentra en
su punto máximo desde 2011 hasta ahora con un ritmo promedio de 66.000
por año. Estos números demuestran el verdadero drama que viven decenas
de familias al año. Familias que fueron echadas por no pagar la hipoteca
y luego por no pagar el alquiler.
También son miles y miles las familias que vuelven a ocupar el
inmueble del cual han sido echadas u ocupan cualquier otro que han
podido encontrar a mano. Actualmente hay más de 87.500 familias ocupando
inmuebles “ilegalmente”, según un informe del Institut Cerdá. Esto
afecta a más de 262.500 personas.
Esto se debe esencialmente a dos fenómenos importantísimos. Por un
lado a un nivel de paro alto que no baja del 19% (y que llegó a un
récord de 27%) desde inicios de la crisis. Por otro, a la fuerte
devaluación salarial, la temporalidad, el subempleo; en síntesis, se
debe a que un salario ya no alcanza para vivir.
Este estudio no da cuenta de la situación de hacinamiento. Hay
familias que se ven obligadas a recurrir a alquilar una habitación para
poder hacer frente al alquiler o la hipoteca. Y familias que no pueden
pagar los exorbitantes alquileres del mercado y deben vivir en una
habitación. Las camas “calientes” es otro fenómeno de la pobreza y la
precariedad laboral. (...)" (Izquierda Diario, 12/05/17)
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