"Una W. Esta es la letra que representa la crisis
económica de la economía española. El país pinchó su burbuja en 2008,
con una caída precipitada de la economía y la destrucción de millones de
empleos. Hubo un amago de recuperación, pero la crisis de deuda de 2010
y las restricciones fiscales volvieron a tumbar la economía que crece a
buen ritmo desde 2014.
El segundo vértice de la W ha alcanzado ya el
mismo nivel que en 2008, con una economía que produce por el mismo valor
que hace diez años.
Pero hablar de que el país se ha
recuperado, sería obviar que la tasa de paro de casi el 19% y al menos
4,2 millones de parados, según la EPA.
Elegir una letra del abecedario que represente la
evolución del paro es complicado. Una U, en la que el desempleo repta
largo tiempo estancado. Una L, donde no se ve su fin. Para muchos
empleados, será una intrincada Z, donde se sale y se entra el desempleo,
con contratos cada vez más cortos y más precarios, donde la falta de
reciclaje condena a millones de desempleados a ser un caso perdido. (...)
El turismo, que está en cifras récord, aportó en 2015 ya
un 11,1% de la riqueza de la economía y sigue con unos sueldos muy bajos
(los más bajos por sectores, según la estructura salarial para
hostelería): 13.977 euros de media por trabajador en 2015, lo mismo que
en 2008, cuando la media en toda la economía ha subido un 5,5%.
"El incremento de la riqueza se está repartiendo de forma asimétrica a
favor de la remuneración del capital", concluye Fuentes Castro. "La tasa
de paro convierte a los trabajadores en precio aceptantes, y no tienen
capacidad de negociar", recuerda el economista.
El
problema es endémico en la estructura salarial, cuyo sueldo común más
habitual es de 16.500 euros, algo que Torres cree que conviene cambiar
ya para que el incremento de los salarios se alinee con la
productividad. (...)
En una época de bajos tipos de interés y bajos salarios, los empresarios han logrado utilizar estos dos elementos como palanca para disparar la actividad
productiva y aumentar sus beneficios. La patronal del turismo,
Exceltur, aseguraba ayer que espera crecer su actividad este año un 4,1%
(por encima del 3,3% para la economía). Mientras, a las puertas de los
hoteles se agolpan 'las kellys' (camareras de piso) que siguen sin ver
en sus nóminas los efectos de este boom.
¿Cómo
convencer a los empresarios de que suban sueldos si hay millones de
personas aún en paro? "Hay que buscar incentivos como el interés mutuo",
apunta Torres al estilo fordiano en el que el empresario entiende que
mejorar los salarios termina repercutiendo en que se consuma más.
Felgueroso advierte además de que los datos de empleo son preocupantes
porque estamos asistiendo a un "deterioro de la calidad del empleo" que
no recogen las estadísticas. "Se genera empleo pero es de tan corta
duración que la Encuesta de Población Activa no llega ni a recogerlo.
Con los indicadores tradicionales es difícil en realidad que podamos
captar este empleo que se crea", asegura Felgueroso.
Para este investigador, el empleo está cambiando a gran velocidad y la
economía digital está produciendo a mayor ritmo contratos "bajo
demanda", lo que los sindicalistas llaman "de usar y tirar". (...)
Para Fuentes Castro, "hemos tocado hueso" con la estrategia de low cost
y hay que invertir en las fuentes de verdadera productividad, como la
educación, la innovación y el posicionamiento en gamas altas.
El
economista recuerda que son de naturaleza estructural y por lo tanto
caras, y en las que el papel del sector público es fundamental. Torres
está muy de acuerdo y apuesta por las políticas activas de empleo para
sacar a estas bolsas de exclusión laboral de su letargo y por renovar
capital productivo." (Belén Carreño
, eldiario.es, 13/07/2017)
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