15.12.17

Así contribuye el Ibex-35 al aumento de la desigualdad en España. Estas empresas anteponen retribuir a sus inversores y altos directivos, a costa de mantener salarios dignos, acabar con la brecha salarial de género o llevar a cabo prácticas fiscales responsables

"La mayor parte de las empresas del Ibex-35, en su búsqueda de la maximización de la rentabilidad en el corto plazo, priorizan políticas y prácticas que contribuyen al aumento de la desigualdad". 

Esa es la principal conclusión del último informe de la ONG Oxfam Intermon, que bajo el elocuente título de Diferencias abismales, viene a certificar de nuevo que en los últimos años la desigualdad económica y social se ha disparado en España, donde cada vez hay más personas con salarios bajos mientras se incrementa la concentración de la riqueza en unas pocas manos

El informe es contundente en su denuncia contra las prácticas de las grandes empresas españolas, a las que responsabiliza en buena medida del aumento de la desigualdad: "Estas empresas anteponen retribuir a sus inversores y altos directivos, a costa de desatender las medidas de contribución social que tienen en sus manos, como garantizar salarios dignos, mantener unas diferencias salariales razonables, acabar con la brecha salarial de género y llevar a cabo prácticas fiscales responsables". Se puede decir más alto, pero no más claro.

La ONG recuerda que la economía española crece a un ritmo medio del 3% del PIB y que incluso crecen con mayor dinamismo los beneficios empresariales: un 4,9% en 2016. "Sin embargo, este crecimiento no se ha traducido en un aumento del sueldo medio en el conjunto del país, que bajó un 0,8% en 2016 respecto a 2015".

 El caso del Ibex-35 es aún más sangrante: las empresas del selectivo español obtuvieron en 2016 un beneficio conjunto de 34.000 millones de euros, una subida respecto al año anterior de un 46%. Sin embargo, los sueldos medios en estas empresas aumentaron sólo un 0,3%.

España sigue el país de la UE donde más se ensancha la brecha entre ricos y pobres, una herencia maldita de la crisis económica que hasta ahora no se ha podido subsanar. Lo confirmaba hace escasos días la propia Comisión Europea y lo vuelve a hacer Oxfam Intermon en su informe, pero dibujando una realidad incluso peor: la ONG recuerda que entre 2008 y 2016 el número de millonarios ha aumentado un 60%, mientras que desde 2013 el número de personas que ganan menos de 6.000 euros anuales ha crecido un 35%; recuerda también que en 2007 el salario medio de los mejor pagados en España era 7,32 veces mayor que el de los peor pagados y en 2016 esa proporción fue de 9,8 veces; o que el 10% de los trabajadores que menos gana ha perdido un 7,8% de su sueldo entre 2007 y 2016; en cambio, el 10% que más ingresa ha visto incrementado el suyo en un 24,5%.

"En cifras netas mensuales, en 2007 las personas peor pagadas ingresaban de media 502 euros al mes, mientras que en 2016 solo 463 euros. Dejar de ganar 40 euros al mes, con unos ingresos tan bajos, supone una gran diferencia", añade el informe de la ONG a guisa de denuncia.
Son muchos los responsables de esta situación, empezando por las políticas de austeridad impulsadas por el Gobierno del PP y la propia Unión Europea, pero el informe de Oxfam Intermon se centra en el papel desempeñado por el Ibex-35.

El principal factor que impulsa la desigualdad es la diferencia de ingresos. La ONG denuncia la abismal diferencia salarial que se produce en las grandes empresas españolas: "De media, un primer ejecutivo [el presidente] de una empresa del Ibex gana 112 veces el sueldo medio de la compañía, y 207 el sueldo más bajo". 

A medida que se desciende por la cadena de mando, esas diferencias se reducen, pero aún así siguen siendo enormes: el sueldo medio de los altos directivos de una empresa del Ibex es 25 veces superior al sueldo medio de la empresa y 47 veces mayor que el sueldo más bajo. En cuanto a aquellos que se sientan en el consejo de administración de la empresa, ganan 19 veces el sueldo medio y 35 veces el sueldo más bajo de la empresa que dirigen. 

Pero la responsabilidad de las grandes empresas españolas en el aumento de la desigualdad va más allá de las retribuciones de los trabajadores. Hay otros dos factores que hacen del Ibex-35 un generador de desigualdad: la creciente externalización de los servicios a los que recurren estas empresas y su escasa aportación tributaria, aún muy por debajo del nivel anterior a la crisis. 

Cerca del 90% de las compañías españolas con un volumen de facturación superior a los 12 millones de euros anuales recurre a la externalización de servicios y a la subcontratación, afirma el informe. Oxfam Intermon asegura que esta creciente tendencia "genera una fuerte desigualdad entre empresas, de tal forma que los trabajadores de mayor cualificación se concentran en ciertas compañías, y los de menor en las empresas que prestan los servicios externalizados". Además, recuerda la ONG, "las externalizaciones pueden traducirse en rebajas salariales de distinto grado y en un empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores". 

Pero lo más grave desde un punto de vista ético es la deficiente aportación de las grandes empresas del Ibex al sostenimiento de las arcas públicas. El sistema fiscal es la principal herramienta con la que cuenta cualquier país para tratar de corregir la desigualdad. Y ahí las empresas del Ibex suspenden: en 2016, el Impuesto de Sociedades recaudaba menos de la mitad de lo que lo hacía en 2007. "La proliferación de ventajas fiscales a empresas y la amplia presencia en paraísos fiscales tienen mucho que ver con esta realidad", explica Oxfam Intermon.

Sirva un solo dato para comprender esta realidad: "En 2007, el Impuesto de Sociedades aportaba el 22% de los ingresos fiscales de nuestro país y el IRPF, IVA y los impuestos especiales, todos ellos soportados fundamentalmente por las familias, un 74%. Esta proporción pasó a ser en 2016 del 12% por parte de las empresas y del 83% por parte de las familias".
El informe señala, además, que la presencia de las empresas del IBEX-35 en paraísos fiscales alcanza las 996 filiales, lo que enturbia y dificulta su control fiscal.

 "Todas salvo una, Aena, tienen en estos momentos presencia en territorios considerados como paraísos fiscales sin estar en principio directamente vinculada a la práctica principal de su negocio", denuncia el informe. 

En paralelo, las grandes empresas están más interesadas en repartir dividendos entre sus accionistas que en la reinversión productiva. En 2016 el conjunto de las empresas del IBEX-35 repartió un total de 23.000 millones de euros en dividendos. "En promedio, las empresas pagaron en 2015 aproximadamente el triple de dividendos que de impuestos", señala Oxfam Intermon. 

Como en todo buen informe, los autores no se conforma sólo con hacer un diagnóstico de la situación, sino que proponen soluciones. Las de Oxfam Intermon son sencillas: aumentar el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1.000 euros al mes, establecer escalas salariales justas; implementar una nueva ley que reduzca la evasión y la elusión fiscal y que erradique el uso abusivo de los paraísos fiscales. Sólo falta ponerlo en práctica, sólo falta la voluntad política. "                  (Jorge Otero, Público, 29/11/17)

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