"(...) acaba de conocerse el nuevo presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027, que perjudica gravemente a nuestro país. Las ayudas agrícolas se reducen en un 5% y los fondos regionales y
de cohesión de los que dependen las regiones españolas mas pobres, en
un 7%. Pero como España pinta menos que nada, la reducción para nosotros
será seguro superior a la media, porque países como Francia o Polonia saldrán mucho mejor librados 'as usual'.
Ante esto, el grupo de economistas y profesores independientes que hemos venido denunciando la falsificación sistemática de la contabilidad nacional, demostrando mas allá de toda duda razonable que el PIB real
es hoy un 16% inferior al oficial, hemos cuantificado por escrito las
consecuencias del nuevo festival de gasto a la Comisión, el BCE y a los
ministros económicos de los ocho países que exigen el cumplimiento
estricto de los objetivos de déficit.
Y aunque Bruselas
lleva años mirando para otro lado, la reacción de los ministros
económicos firmantes del manifiesto puede ser otra historia. Y en cuanto
al BCE, no podrá exigir ante ningún tribunal la devolución de los préstamos insensatos, ofrecidos sin condicionalidad alguna, realizados desde que en 2016 se le demostró que España era insolvente. (...)
Y así las cosas, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, mintió primero en el déficit de 2017, que no es del 3,07% sino al menos del 3,75% —no contabilizó como déficit 6.834 millones que sacó del Fondo de las Pensiones y retrasó ilegalmente la devolución de las declaraciones negativas de 400.000 contribuyentes, y eso sin contar las trampas y trucos habituales—, y después en la cifra de recaudación de 2017, que fue 4.000 millones inferior, según la Agencia Tributaria.
Y sobre estas mentiras se han elaborado unos PGE 2018 que son un
auténtico festival de gasto: subidas salariales a los empleados públicos
cuyos sueldos medios son un 55% superiores a los del sector privado,
rescate de autopistas y recorte cero del despilfarro político. El
déficit del 2,2% es pura ciencia ficción, y en contra de lo pactado con
Cs —a quienes toman con toda razón por imbéciles—, van a realizar una subida brutal de impuestos sobre la clase trabajadora y la clase media.
Pero si los PGE no había por dónde cogerlos, el pacto con el PNV representa el desbarajuste presupuestario total. (...)
Ante esta explosión del gasto que mantendrá el déficit de las AAPP
por encima del 3% hasta que Bruselas o los mercados digan basta, la
correcta valoración de la burbuja de deuda es vital. El pasado lunes, Juan Ramón Rallo, que se posiciona abiertamente como el globalista George Soros a favor de la destrucción de España, realizó en este periódico un cálculo delirante de la deuda, tachando de “conspiranoicos”
a los que sabemos sumar y restar de forma independiente. Pero para
probar la falsedad de su cálculo, nada mejor que reproducir lo que le
responde el economista del Banco de España, el Sr. Navascués:
"JM Rallo ofrece un artículo hoy en defensa del Protocolo de Déficit Excesivo
(PDE) de Bruselas, que permite reducir la deuda pública española de
137% a 98% de PIB por una serie de artimañas, unas más serias que otras.
No estoy de acuerdo con Rallo (…) de ninguna manera es admisible la
consolidación de deuda entre administraciones, cuando el único agente
con capacidad de pagar es el Estado central. Tener un pasivo frente a
los mercados consolidado por un activo de igual cuantía frente a, por
ejemplo, la comunidad catalana, es una ficción, porque ese activo del
Estado vale cero, mientras que su deuda emitida y que habrá de devolver
vale su valor nominal.
Ya he explicado
varias veces que esto es como si un padre de familia le dice a su hijo:
Fulanito, te voy a dar tu paga mensual pero la voy a contabilizar como
deuda tuya a mí, aunque nunca me la pagues, pero así la consolido y la
deuda familiar es cero. Y luego Rallo reconoce que los créditos
comerciales, como anticipos, pagarés, garantías y deuda de las empresas
públicas [Rallo, esto se te ha olvidado] sí que deberían contabilizarse
como deuda. Por lo que la deuda total ajustada resulta al final
posiblemente incluso por encima del 137% de PIB”.
¿Quién es el
conspiranoico, don Rallo? ¿Es que no sabe don Rallo que España declara
un déficit superior al 3% precisamente para no declarar una serie de
pasivos, a lo que se vería obligado si no estuviera bajo la calificación
de protocolo de déficit excesivo?
En resumen, la deuda total de las AAPP es del 137% del PIB oficial, pero
del 163% del PIB real, algo que arruinará la vida de las generaciones
futuras, que por primera vez en siglos viven ya peor que sus padres,
durante al menos 50 años. (...)" (Roberto Centeno, El Confidencial, 07/05/18)
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