"Vivir de alquiler en Barcelona es cada vez más
sobrevivir. En tres años, los precios han aumentado un 27%, con algunos
zonas de barrios como Poblenou, l'Eixample o les Corts escalando por
encima de los 1.000 euros al mes de media. Esto ha provocado que los
inquilinos aguarden la finalización de sus contratos con auténtico
temor. En algunos casos, les plantean subidas que no pueden asumir, y
cada vez se dan más casos de compras de bloques enteros con el objetivo
de vaciarlos de sus inquilinos para revalorizarlos.
La burbuja inmobiliaria ha atravesado de esta forma la vida de muchos
barceloneses en los últimos años. Los hay que se han resignado a
abandonar la ciudad, otros han accedido a pagar hasta el doble para
quedarse en su casa. Los hay también que han optado por plantar batalla ante las inmobiliarias para negociar subidas racionales, e incluso algunos, todavía pocos, lo han conseguido.
En una área metropolitana en la que el 43% de los hogares dedica más de
un 40% de sus ingresos al alquiler, los vecinos piden que la
Administración frene la escalada de precios. (...)
Hasta ahora no había vivido Nati en otro barrio que no
fuera su Poblenou, donde nació ella y enterraron a sus padres. Pero a
sus 54 años, ha tenido que mudarse a El Vendrell, a 50 kilómetros de
Barcelona. "Es lo peor por lo que he pasado en mi vida, no recuerdo nada
igual", explica esta mujer.
En mayo de 2017 le llegó
una carta a casa en la que los propietarios de la finca la avisaban que
no le iban a renovar el contrato. Decía adiós a un alquiler de 600
euros y se ponía a buscar otro con un sueldo de 877 euros en un barrio
en el que el precio medio se sitúa a día de hoy entre los 900 y los 1300
euros de media. No lo encontró, ni en Poblenou ni en ningún otro barrio
ni en el área metropolitana.
Su traslado le ha
supuesto también el mal trago de dejar de vivir con su hijo, de 18 años,
que no quiso marcharse de la ciudad y se quedó viviendo con su hermana.
"Lo veo solo una vez a la semana", explica. Por su piso actual, Nati
paga 450 euros, a los que tiene que sumar 150 mensuales de tren para ir a
trabajar a Barcelona. En total, son los 600 que destinaba al alquiler
antes de que la echaran, pero ahora a una hora y media de trayecto de su
ciudad y de su hijo.
Conxita recibe a eldiario.es en su piso de 180 metros del Eixample con un documento: el índice de precios de referencia de la Generalitat.
En él consta que por su piso debería pagar unos 1.200 euros al mes,
pero si hasta ahora destinaba 950 euros, lo que le pasó a pedir la
inmobiliaria fueron 2.000, más del doble. Al final, consiguieron
negociar 1.500 euros los dos primeros años y 1.800 los dos siguientes.
La familia de Conxita -viven cinco en el piso- sabe que su situación no
es límite, ni su casa precaria, bien al contrario, pero no por ello
dejan de considerarse víctimas de la burbuja. "Tendremos que apretarnos
mucho el cinturón, y es posible que no podamos pagar los 1.800 euros
dentro de unos años", expone. (...)
El futuro se le aparece "muy incierto" a Juan. Ya jubilado, es el único
que tiene un contrato de renta antigua -350 euros al mes- en un bloque
en el que los inquilinos van a tener que irse cuando les venza el
contrato. La inmobiliaria que compró el edificio entero, l'Abeille, ha
dejado claro que quiere vaciar los pisos para reformarlos, y Juan se
teme lo peor: quedarse solo en la finca con obras permanentes y presión
de la propiedad para que él también se marche.
Este vecino del Eixample desde hace 36 años está convencido de que será
víctima de acoso inmobiliario. Los vecinos ya denunciaron en verano la
presencia intimidatoria de un empleado de la propiedad que acudía a la
finca y se encaraba a los inquilinos, pero el caso fue archivado. (...)
Video Instan, ubicado en la calle Enric Granados de
Barcelona, es a sus 38 años uno de los videoclubs más antiguos de la
ciudad y de toda España. Pese al auge de las plataformas de películas
por internet, lo que más ha hecho peligrar el futuro de este
establecimiento es la burbuja del alquiler, según cuenta su dueña,
Aurora Depares. No podía hacer frente a una subida del 266% de la
mensualidad.
La empresa inversora que adquirió la
finca el año pasado decidió incrementar el alquiler de este local de 340
metros cuadrados de 3.000 a 8.000 euros al mes. (...)
El 477 de la calle Aragó, propiedad de la inversora Norvet, es una de
las fincas ocupadas por la PAH para dar un techo a familias vulnerables
como la de Eva, que sin trabajo y con una hijo a cargo tiene imposible
poder pagar un alquiler en Barcelona. "Ahora mismo no me puedo pagar ni
una habitación", se lamenta esta mujer, que asegura que está pendiente
de adjudicación de un piso de alquiler social por parte del
Ayuntamiento, pero sigue a la espera de noticias. (...)
La familia de Óscar es una de las más de 100 que ha
conseguido una negociación colectiva con una propiedad para pactar una
subida de precios racional. Sucedió en el número 113 de la Avenida
Diagonal en el municipio de Sant Joan Despí, en el área metropolitana de
Barcelona. Si la inmobiliaria quería subirles entre un 40% y un 90% el
alquiler a los cerca de 140 vecinos, al final la subida será para todos
de un 20% progresivo en tres años.
Óscar atribuye la
capacidad de negociación de sus vecinos a la movilización permanente,
así como al apoyo del Sindicato de Inquilinos de Barcelona y al de las
fuerzas municipales de Sant Joan Despí. Llegaron a recibir la visita de
Pablo Iglesias al erigirse como uno de los símbolos de la lucha contra
la burbuja de los alquileres en Barcelona. " (Pau Rodríguez, eldiario.es, 13/05/18)
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