22.5.18

“Roma abre las puertas a los modernos bárbaros”, brama el Financial Times... resuena de fondo la tragedia griega de Syriza... Vuelve la urgencia, vuelve la prisa, vuelve el ansia a Europa. Italia, sacrílega, será probablemente castigada...

"Se está escribiendo la Historia en el laboratorio Italia, sí, y da pavor a quienes consideran que no hay nada que escribir, porque ya todo está escrito o porque son otros quienes la escriben.  (...)

“Roma abre las puertas a los modernos bárbaros”, brama el Financial Times. Kurt Volker, enviado especial de Trump para Ucrania, amenaza a Italia con que sufrirá graves consecuencias si levanta las sanciones a Rusia. Berlusconi que anunció una genial “abstención benévola” hacia este gobierno, ruega a Salvini “que vuelva a casa (la coalición de centroderecha)”. 

La Bolsa italiana sufre pérdidas; la prima de riesgo aumenta. En todas estas voces, resuena de fondo la tragedia griega de Syriza, y aún más jondo, aquel presagio infausto de Jonás: “Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida”. Vuelve la urgencia, vuelve la prisa, vuelve el ansia a Europa. Italia, sacrílega, será probablemente castigada.

 Algo jamás visto ni oído ha sucedido en el Belpaese. El mayor terremoto político tras el Brexit, según el Financial Times. Ha sido tal el derrumbe en las últimas elecciones de los viejos partidos (Partido Democratico, Forza Italia de Berlusconi, la siniestra sinistra) que, ni siquiera a través del genial oxímoron de un “gobierno neutral” del presidente de la República, ha habido modo de evitar el pacto de gobierno entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas.

 Dos populismos “dispares, heterogéneos y paradójicos” según Emmanuel Macron, pero que, en sustancia, se encuentran de acuerdo en un programa diáfano de extrema derecha en materia de seguridad y fisco. Así definía la situación Steve Bannon, exideólogo de Trump poco después de las elecciones: “Italia es el centro de la revuelta mundial nacionalpopulista que ha colocado en el centro a los individuos, la clase media, a la que se ha privado de trabajo y bienestar debido a dos factores convergentes: el comercio libre y los migrantes”.

 Con todo, en este contrato hay también una apuesta por la soberanía alimentaria y un oposición a la política agrícola común, se defienden las excelencias del Made in Italy, el agua pública, la economía verde y circular, la escuela y sanidad públicas, el patrimonio cultural como riqueza. Se defienden, dice Di Maio, derechos sociales que eliminó la izquierda (...)

Algo jamás visto ni oído ha sucedido en el Belpaese. Lo realmente pertinente y novedoso es que, por primera vez, en una de las grandes economías de la UE se cuestionan abiertamente dos intocables dogmas de fe políticos  –la Unión Europea y la OTAN – en los que se basa la religión neoliberal y el Dios Mercado. Dos fuerzas soberanistas se oponen a que cuestiones como la seguridad, la defensa, las migraciones o la política económica sean per secula seculorum asuntos supranacionales. 

Pedir que se revisen los tratados europeos (Pacto de Estabilidad, Fiscal Compact...) porque sofocan la economía del país; tachar de injerencias las opiniones antes recogidas de los distintos Comisarios europeos; afirmar que “es oportuno volver a evaluar nuestra presencia en las misiones [militares] internacionales bajo el perfil de su relieve efectivo en el interés nacional”; proponer “una apertura a Rusia, que no se habría de percibir como una amenaza sino como un socio económico y comercial cada vez más relevante”; o sugerir “una retirada de las sanciones impuestas a Rusia, a quien habría que rehabilitar en cuanto interlocutor estratégico a fin de resolver crisis regionales (Siria, Libia, Yemen)” equivale a renegar de esos dogmas de la UE y la OTAN, que se fundamentan en su inquebrantable unidad y su indudable univocidad.  (...)

El votante de izquierda del M5Estrellas ya no podrá refugiarse en la coartada de que el Movimiento "no es ni de izquierda ni de derecha": es patente no solo que se ha aliado con un partido de derecha nacionalista. 

Ha nacido un nuevo engendro que despierta los temores de Silvio Berlusconi: se trata del LigaMento. Con perdón por el manoseo del término, en adelante será como ver combatiendo la revisitación milenial del fascismo ortodoxo (nacionalsocialismo, xenófobo pero también social) con el vigente sacrosanto ordoliberismo globalizador supranacional. 

Al leerla en los hechos, se sabrá si este arrebato de soberanía nacional identitaria –primero, los italianos – más de la Liga que del M5E ha sido un caso de herejía, apostasía o tan solo queda en una blasfemia. 

Es más que probable que se trate de esto último: que impongan las políticas económicas al nuevo gobierno y que no hayamos asistido sino a un gran número, una bravuconería de la que saldrán ganando los ricos y que acabarán pagando como siempre los más desgraciados, o sea, los migrantes. 

Es difícil creer que algo cambie en la religión de nuestro tiempo, pero la siniestra sinistra, en lugar de ventilar con insultos facilones este experimento italiano, haría bien en no seguir entregando conceptos que fueron y han de seguir siendo suyos como el bien público o la soberanía popular. Se ve claro que siguen asustando al poder."                (Gorka Larrabeiti, CTXT, 20/05/18)

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